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La tragedia y el fascinante mundo que rodea la historia de los emperadores Maximiliano de Habsburgo y Carlota no sólo se han quedado en el plano historiográfico y literario. El drama de estos dos personajes y las circunstancias políticas de esa época, también han cobrado vida en producciones cinematográficas y televisivas.

El próximo 26 de febrero TV UNAM, en colaboración con la Televisora Pública de Austria (ORF), estrenará el documental Maximiliano de México, sueños de poder, una novedosa producción porque recrea diversos momentos de la vida del emperador en sitios históricos de Europa y México, y que, según sus realizadores, pretende hacer una revisión minuciosa en torno a este personaje que ha sido "satanizado" en México.

La cinta, dirigida por el cineasta austriaco Franz Leopold Schmelzer, se sumará a la serie de producciones mexicanas y extranjeras que se han realizado en torno al archiduque austriaco, fusilado en 1867 por orden de Benito Juárez.

Desde la trágica muerte del emperador han pasado casi 150 años y su historia ha atraído la atención de cineastas, productores y realizadores, quienes la han abordado de diversas formas, como melodramas, como películas históricas que intentan desentrañar los dilemas del contexto político del momento, o en ficciones que toman como pretexto o de ambiente este momento histórico.

El interés por la vida de Maximiliano y el Segundo Imperio se debe en gran parte a la historia dramática y trágica de sus principales protagonistas, así como por el contexto político y social del momento, asegura la historiadora Patricia Galeana, especialista en el tema.

"Es una figura que sigue atrayendo mucho a los realizadores porque es un personaje de tragedia, de drama; porque era un soñador, un romántico de la política, se creía el nuevo Quetzalcóatl, que iba a salvar a México y que iba a conquistar a los liberales y al propio Juárez", dice en entrevista.

Los sueños del emperador en México se derrumbaron en un abrir y cerrar de ojos, pero su historia se quedó como un relato histórico que ha captado la atención de realizadores extranjeros, como el estadounidense William Dieterle, quien en 1939 lanzó la película Juárez, en donde El Benemérito de las Américas es protagonizado por Paul Muni, la emperatriz Carlota es interpretada por la famosa actriz Bette Davis, y Brian Aherne encarna a Maximiliano.

Esta cinta, que recibió dos nominaciones al Oscar y tuvo un gran presupuesto de la Warner Bros, es representativa porque se enmarca en el contexto de la política de "la buena vecindad" que el gobierno estadounidense pretendía impulsar con México en esa época, explica el investigador de cine Raúl Miranda. "El gobierno de EU impulsa películas de acercamiento con México. Ya no son cintas que nos denigran, que representan a los mexicanos con aspecto feo, harapientos e inmorales, como estaba de moda hasta entonces. En esa época cambia la política de Hollywood, se empiezan a hacer películas más cercanas a México, menos agresivas", r efiere el subdirector de Documentación y Catalogación de la Cineteca Nacional.

Entre las producciones internacionales también destaca el filme silente Maximiliano, emperador de México, realizado en Austria en 1921, y que aborda la vida del archiduque. Pero también hay otras hollywoodenses que han tomado este relato histórico para adaptarlo de manera libre. Miranda destaca el caso del western norteamericano Veracruz, que narra la aventura de dos pistoleros en México en 1864, quienes son contratados para escoltar un cargamento de oro destinado a Maximiliano. Protagonizado por Gary Cooper y la actriz Sara Montiel, la cinta representa al emperador como un personaje "amable, educado y como un gran tirador".

Fascinación por Carlota. En México, uno de los directores de cine que más abordó el tema fue Miguel Contreras Torres, quien entre 1933 y 1942 realizó cinco películas que abordan la trama del Segundo Imperio. Se trata de las películas Juárez y Maximiliano (1933), La paloma (1937), Caballería del Imperio (1942), y The Mad Empress (1939), una producción en inglés hecha para el mercado de EU.

En la mayoría de estas producciones, Contreras Torres destacó la figura de Carlota, que era protagonizada por su esposa, la actriz Medea de Novara. Esa fijación del realizador mexicano podría atribuirse al interés que Medea de Novara tuvo por la historia de Maximiliano y Carlota, comenta Andrés García Franco, director del documental La historia negra del cine mexicano, que explora la vida de Contreras Torres y su participación en la construcción del cinematografía nacional. El nombre original de la actriz originaria de Liechtenstein era Hermine Kindle Flutcher, pero a su llegada a México se autonombra Medea de Novara, posiblemente en referencia a la fragata que transportó a Europa el ataúd con el cadáver del emperador, comenta el realizador.

García Franco y Miranda coinciden en que Juárez y Maximiliano es la película más representativa y conocida que Contreras Torres realizó sobre el tema. Su éxito se debe a que, entre otras razones, fue la primera gran producción mexicana al estilo hollywoodense, que incluyó escenografía y vestuario original, así como secuencias de acción; además de que su trama daba peso la figura de Juárez, el último presidente bueno, que ideológicamente era lo que en ese momento se quería resaltar.

Otro de los factores que ayudaron al éxito de la cinta fue la publicidad que tuvo, refiere García Franco: "Juárez y Maximiliano fue el súper éxito. Se quedó seis semanas en la cartelera de los cines de primera corrida y solo fue superada por las películas de Emilio "El Indio" Fernández".

"Fue como el Titánic mexicano, pues nunca antes se había invertido tanto en una película. Contó con el apoyo del gobierno, el presidente Lázaro Cárdenas le permitió filmar en el Castillo de Chapultepec y se utilizaron los muebles originales de los Habsburgo", añade.

Los melodramas televisivos. Este relato histórico también ha sido llevado a la pantalla chica.
En la televisión mexicana, Maximiliano y Carlota han sido protagonistas de historias romáticas, como las que realizó realizó el productor mexicano Ernesto Alonso.

Entre las telenovelas históricas que abordan este episodio y que produjo para Televisa, destacan El vuelo del águila (1994), El carruaje (1972) y Maximiliano y Carlota, (1965) que recibió severas críticas por parte del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, por denigrar, según éste, la figura de Juárez.

Patricia Galena refiere que el drama de los emperadores ha llegado incluso a las pantallas brasileñas, a través de una versión titulada La reina loca, que se centra en el destino trágico de la emperatriz Carlota.

jram