Restauran retablo de la Basílica de Ocotlán

RESULTADO. La restauradora Claudia Jazziel Lumbreras muestra los trabajos finalizados en el retablo de la Pasión de Cristo, en la Basílica de Ocotlán, en Tlaxcala. (Foto: ARIEL OJEDA / EL UNIVERSAL )
Clínica de Periodismo
Tlaxcala. —Tras un proceso de restauración de varios meses, que inició en mayo de 2014, el retablo de la Pasión de Cristo, que forma parte del Santuario de Nuestra Señora de Ocotlán, en Tlaxcala, fue presentado a la comunidad por parte del gobernador Mariano González Zarur y de la presidenta del Instituto Nacional de Antropología e Historia local, María Teresa Franco.
Antes del mediodía del miércoles, en el Palacio de gobierno en el centro de la capital tlaxcalteca, frente a diputados federales y miembros de la comunidad local, el gobernador Mariano González encabezó la firma de un Convenio Marco de Colaboración y Coordinación entre el INAH y los Ayuntamientos Municipales de Tlaxcala para gestionar los siguientes trabajos de restauración en distintas localidades del estado y sus recintos culturales, tales como los de Ocotlán y Cacaxtla.
A un kilómetro de la Plaza de la Constitución, en el centro de la ciudad de Tlaxcala, la Basílica del Santuario de Nuestra Señora de Ocotlán recibió a los funcionarios y a miembros de la comunidad tlaxcalteca para la presentación de la obra. En el marco del Proyecto de Mejora y Equipamiento de los Espacios Dedicados a la Práctica de la Cultura y las Artes de Ocotlán fueron presentadas las obras de restauración del retablo de la Pasión de Cristo, concluidas al 100% por un equipo de 28 especialistas coordinado por la restauradora del INAH, Claudia Jazziel Lumbreras.
La Basílica del Santuario de Nuestra Señora de Ocotlán, que data del siglo XVI, obtuvo como presupuesto sólo para los trabajos del retablo de la Pasión de Cristo un aproximado de 5 millones 200 mil pesos; pero desde el inicio de los trabajos en todo el templo, un aproximado de 9 millones de pesos otorgados por el gobierno de Tlaxcala.
La labor también incluyó el 50% de la restauración del retablo ubicado frente al de la Pasión, dedicado a la Virgen de Guadalupe y parte del resto de las habitaciones traseras de la iglesia ocotlense.
Los trabajos incluyeron la estabilización de las figuras, su remodelación y la brillantez de los adornos churriguerescos laminados en oro para dar la impresión de originalidad de las piezas y nicho, que tienen el estilo predominante del siglo XVIII.
La obra que aún sigue en marcha tiene contemplada la restauración de toda la estructura del recinto.
Los trabajos en el interior de la basílica, iniciados en 2011 y que concentraron sus esfuerzos en el atrio durante la mayor parte de 2014, continuarán todo este año en el resto del templo con casi 500 años de historia.
Las labores de restauración permitieron corregir el desajuste de paneles, así como de molduras y de algunas tallas que se habían desprendido. Además de su fumigación, se limpió y realizó el fijado de escamas, resane y aplicación de hoja de oro. También se repusieron piezas faltantes con base en información documental.
El retablo de la Pasión de Cristo que mide 10.80 metros de altura y es totalmente dorado, luce después de la restauración un brillo intenso, como el de hace 300 años.
El sacerdote Manuel Zamora aplaudió el trabajo de la parte posterior del nicho: el camerín, en proceso de restauración, pues para el párroco el espacio representa “una obra magnífica de arte indígena barroco”.





