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El 2015 será un año de importantes celebraciones en el mundo cultural mexicano, que inician mañana con el 20 aniversario luctuoso de uno de los directores más importantes del país, Eduardo Mata. Además, este año fue declarado por la Secretaría de Gobernación como el Año del Generalísimo José María Morelos y Pavón, al cumplirse el 22 de diciembre el Bicentenario luctuoso del Siervo de la Nación, fecha en la que fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec.

Las letras de fiesta

Fernando del Paso, quien festejará 80 años, nació en la ciudad de México el 1 de abril de 1935; radica en Guadalajara y es uno de los más influyentes escritores vivos mexicanos. Su trilogía de novelas, José trigo, Palinuro de México y Noticias del Imperio, resultado cada una de más de 10 años de trabajo, lo colocan como uno de los ensayistas y narradores más importantes de Latinoamérica.

Ha recibido premios como el Xavier Villaurrutia, el Rómulo Gallegos y el Nacional de Ciencias y Artes. Y en los últimos años se ha dedicado a dibujar, un arte que, ha dicho, siempre le ha atraído; su obra se exhibe en el museo que lleva su nombre, ubicado en la ciudad de Colima.

La filóloga Margit Frenk cumplirá 90 años el 21 de agosto; nació en Alemania, pero vive en México desde 1930 y desde 1993 es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.

Ha investigado además varios temas del Siglo de Oro español y de la poesía novohispana; también ha traducido obras del alemán y del inglés. Su trabajo sobre el estudio de la lírica de tipo popular hispánica es reconocido a nivel mundial.

En 2015 habrá otro autor que festejará un importante aniversario, Héctor Manjarrez, nacido en la ciudad de México el 28 de octubre de 1945. Es poeta, narrador y ensayista y ha sido ganador del Premio Xavier Villaurrutia 1983 por No todos los hombres son románticos; premio José Fuentes de Mares 1998 por Ya casi no tengo rostro y Nacional de Narrativa Colima para Obra Publicada 2008 por El bosque en la ciudad.

Entre las obras que cumplen medio siglo están Farabeuf o la crónica de un instante, de Salvador Elizondo, publicada por la editorial Joaquín Mortiz en la serie El Volador, en 1965. El libro fue acreedor al Premio Xavier Villaurrutia ese mismo año y traducido al francés por editorial Gallimard. El escritor y académico Guillermo Sheridan describió este libro como un “diáfano laberinto” y como “una de las construcciones fantásticas más osadas que ha emprendido la escritura, tan cristalina y oscura como una estrella de mar, erótica y terrorífica”.

El crítico literario Emmanuel Carballo describió a Gazapo, publicada también en 1965 por el entonces joven y desconocido Gustavo Sainz, como una novela que rompió, en cuanto a estructura y estilo, con las más próximas y casi siempre ineludibles maneras de novelar en México: con las de Yáñez, Fuentes, y García Ponce. “En ella no se advierten inseguridades ni flaquezas, tampoco desequilibrios en la estructura ni reiteraciones inútiles en el estilo”, sostuvo el crítico fallecido literario el año pasado.

Además, una obra del propio Carballo también cumple medio siglo de haber sido publicada por primera vez (fue reeditada y ampliada en diversas ediciones): Protagonistas de la literatura mexicana; la última apareció en 2005 bajo el sello Alfaguara. Es uno de los libros fundamentales de Carballo. Al morir el crítico, Juan Domingo Argüelles comentó sobre ese libro que no sólo se incluye crítica y ensayo, sino sobre todo la conversación.

Este año, asimismo se conmemorará el centenario del escritor y periodista Edmundo Valadés, el 22 de febrero; y el centenario de Rafael Bernal, pionero de la novela policiaca, y autor de El complot mongol.

Cumplirá 70 años el Premio Nacional de Ciencias y Artes, que fue instaurado en 1945. A siete décadas de su creación, es hoy el máximo reconocimiento que entrega el gobierno de la República a mexicanos que por sus producciones o trabajos docentes de investigación y divulgación han contribuido a enriquecer los acervos artístico y literario del país, y el progreso de la ciencia y la tecnología. Entre los galardonados se encuentran desde Diego Rivera y José Clemente Orozco, hasta Mario Lavista y Carlos Prieto.

En las artes escénicas y visuales. El 4 de enero se cumplen 20 años sin la batuta de Eduardo Mata. Su legado persiste, pues formó varias generaciones de amantes del arte de la música y construyó instituciones musicales. Mario Lavista ha dicho que en las manos del músico los sonidos encerrados en una partitura cobraban vida de manera prodigiosa.

Se festejará el centenario del pintor Raúl Anguiano; uno de los artistas plásticos más importantes de México, conocido como uno de los herederos de la pintura de la Revolución Mexicana, nació el 26 de febrero de 1915. Junto a José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, es considerado el quinto muralista mexicano que deja obra en los Estados Unidos. A pesar de su incuestionable aportación a la plástica mexicana, Anguiano, fundador en 1938 del Taller de la Gráfica Popular, no pudo disfrutar de la materialización del sueño por el que luchó incansablemente durante sus últimos años de vida: la creación de un museo en la ciudad de México que albergara toda su obra.

También se conmemorará el centenario de Mathias Goeritz, nacido el 4 de abril de 1915 en Danzig, pero que vivió en México gran parte de su vida. Fue pintor, escultor y arquitecto dentro de la abstracción constructiva. En 1957 el arquitecto Luis Barragán le encargó diseñar la entrada a Ciudad Satélite, para la cual hizo cinco pilones de hormigón de sección triangular; esas torres son su obra más sobresaliente en México.