Nuevas ediciones de ¡Qué mala es la gente! y Ni arte ni parte, de Quino
COLECCIÓN. En ambos títulos, los lectores podrán conocer otras facetas de Quino, diferentes a los clásicos dibujos de Mafalda. (Foto: TOMADA DEL LIBRO )
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La música, la literatura, la escultura y la pintura han ocupado un espacio muy especial en la obra de Quino. Y hay otro arte que está presente en todas sus imágenes, la poesía.
Joaquín Salvador Lavado, quien por cierto en 2014 fue reconocido con el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, hace poemas con la imagen.
Cada uno de sus dibujos expresa poesía con sutileza y acierto; lo consigue con una imagen que a veces sugiere preguntas; lo consigue con belleza y ternura, rasgos que hacen que este dibujante argentino sea un artista único.
El sello Lumen, de Penguin Random House, publica en México dos libros de Quino con dibujos de distintas épocas. Uno de estos libros es específicamente sobre arte, y es el llamado Ni arte, ni parte, y el otro es una nueva versión de Qué mala es la gente. En ambos títulos, los lectores podrán conocer más de esas otras facetas de Quino, diferentes a los clásicos dibujos de Mafalda, y referidos a personajes de la vida diaria, ancianos, niños, mujeres y hombres solitarios.
Quino acierta y desconcierta. Nos hace reír y también provoca dolor. Algunos de estos dibujos tienen décadas y, sin embargo parece que estuvieran hablando de cosas que vivimos todos los días.
Fue en 1954, hace poco más de 60 años, cuando Quino comenzó a publicar sus dibujos en una revista llamada Esto es.
“El día que publiqué mi primera página —cuenta el artista en su página de Internet— pasé el momento más feliz de mi vida”. Una década más tarde apareció su primer libro de humor, Mundo Quino, y al año siguiente comenzaron a publicarse sus dibujos de Mafalda, un personaje con lectores en todo el mundo.
En su página se cuenta que el gran éxito y fama internacional no impidieron que Quino, el 25 de junio 1973, tomara una decisión para algunos desconcertante: no dibujar más tiras de Mafalda, pues ya no sentía la necesidad de utilizar la estructura expresiva de las tiras en secuencia.
Sin embargo, el interés por Mafalda se ha mantenido inalterado, de hecho, sus libros continúan reimprimiéndose y sigue siendo elegida para acompañar campañas sociales de UNICEF y de la Cruz Roja Española, entre otras organizaciones.