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Entre las primeras confesiones de Haruki Murakami en su recién estrenado consultorio “online”, está su molestia por ser el eterno candidato al Nobel. “Si digo la verdad, es molesto. Porque ni siquiera soy uno de los finalistas oficiales, sino que se trata sólo de las apuestas de alguien. Me siento como si fuera un caballo de carreras”, responde el novelista japonés a una de las más de 50 preguntas en cuatro categorías que sus lectores le han hecho.

El escritor de 66 años, que es autor entre otras novelas de Tokio blues y 1Q84, ha respondido a los cuestionamientos desde el pasado jueves 15, cuando abrió el portal www.shinchosha.co.jp/murakamisannotokoro, que se podría traducir como “El espacio del señor Murakami” y que es una ventana abierta al universo y la vida del autor, quien responde y se confiesa con bastante sinceridad.

La pregunta de Kanako, una mujer de 36 años, para saber qué opina el literato sobre el hecho de que cada año su nombre salga a la palestra cuando se acerca la fecha de entrega del Nobel de Literatura, le ha dado la oportunidad de manifestar sus sentimientos. Lo mismo, con preguntas que lo cuestionan sobre si es un lector de sus propias obras.

Murakami asegura que evita releer sus novelas porque le da “mucha vergüenza”, y que incluso se ha olvidado de qué tratan algunas. “Por eso, cuando las vuelvo a leer por necesidad, descubro algo nuevo”. Pero no sólo habla de literatura, también de béisbol, de los gatos, que son su animal favorito, y de música. Se sabe que es un auténtico melómano y por eso la música está muy presente en sus novelas. Sus seguidores, conscientes de ello, no dejan pasar la oportunidad de preguntarle por una de sus bandas preferidas, la estadounidense Red Hot Chili Peppers (RHCP).

“El otro día fui a ver la actuación de Bruno Mars en el Super Bowl, y vi a los RHCP. Siguen siendo muy ‘cool’, ¿verdad? Es maravilloso que no maduren. Los humanos estamos abocados a la madurez. Debemos tener cuidado con eso”, contesta el autor de Kafka en la orilla, insinuando que él procura no hacerlo demasiado.

Entre las preguntas en japonés, que deben ceñirse a ciertas reglas, entre ellas no rebasar los mil 200 caracteres, contener el nombre de quien pregunta, su edad, sexo y ocupación, hay un par de tímidos mensajes en inglés, mismo idioma que Murakami emplea para contestar. Entre esos dos destaca un comentario sobre otro de sus temas predilectos, los gatos. “He tenido muchos gatos, pero ninguno ha sido nunca muy empático. Simplemente eran todo lo egoístas que se puede ser”, dice el escritor nacido el 12 de enero de 1949.

Habla con al autor. Preguntas, opiniones o simplemente confesiones de sus seguidores, que también acuden al escritor nacido en Kioto en busca de un nuevo volumen que devorar, han comenzado a llegar al portal que recibirá preguntas hasta el 31 de enero, según la fecha marcada en el sitio web del escritor abierto por Shinchosha, su editorial japonesa.

La página que muestra una caricatura de Murakami junto a un gato y un oso hormiguero seguirá disponible al menos hasta marzo, fecha límite que el escritor se ha impuesto para responder al mayor número de mensajes posibles.

Este es el primer consultorio “online” en el que el escritor responde preguntas, aunque entre 1996 y 1999 tuvo una página oficial en la que intercambió correspondencia con lectores, la cual luego fue recopilada en libros como Así es, preguntémosle al señor Murakami). Luego, en 2002, Shinchosha abrió otra página temporal cuando se publicó Kafka en la orilla, y posteriormente el propio escritor volvió a abrir su web personal durante tres meses en 2006.

Las preguntas a Murakami provienen de estudiantes, empleados, profesores, amas de casa, que le cuentan de sus lecturas y gustos musicales y preguntan su opinión sobre DIXIE o el tema “Escucha el viento Sing”. También le hablan del impacto de la literatura: “A mi también me ha cambiado la vida el escribir novelas, buenas y malas”, le respondió Murakami a Tancho, una mujer de 37 años.

Con información de EFE