La Ciudad de México para niños, en un libro
La coedición del Fondo Mixto de Promoción Turística del Distrito Federal y Travesías Editores propone los paseos imprescindibles que todo niño debe hacer en esta ciudad. (Foto: TOMADA DEL LIBRO CIUDAD DE MÉXICO )
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Hay muchas primeras veces contenidas en el libro Ciudad de México: se trata del primer volumen sobre el Distrito Federal hecho para niños, un libro pop-up, con artefactos y mecanismos que se abren y mueven; es el libro más experimental que ha hecho el ilustrador mexicano Manuel Monroy; es el primer libro de la colección Travesías Niños; es el primer proyecto para niños que se plantea en el punto intermedio de retratar una ciudad real y viva mediante la imaginación del ilustrador que ha hecho todos los paseos que propone andar.
Con textos de Diana Solano y diseño de Rigoberto de la Rocha, el libro Ciudad de México fue concebido como un proyecto con registros en distintos niveles. “No sólo están los sitios turísticos, sino que a través de los personajes se van construyendo historias; y esos personajes van apareciendo en otros lugares”, señala Rigoberto de la Rocha. Manuel Monroy asegura que los personajes y las historias que se alcanzan a contar parten de la realidad y de anécdotas verdaderas que él presenció: “Son cosas que yo vi, por ejemplo, en el Lago de Chapultepec vi a una señora gordita que estaba hundiendo la lancha; o a esta familia que se resguarda del sol con una sombrilla”.
El ilustrador que ha trabajado más de 30 libros para niños, entre ellos Un pueblo lleno de bestias, de Francisco Hinojosa, y Largo viaje al país de la memoria, de Cristina Pacheco, y que ha expuesto su obra en Cuba, Holanda, Italia, Japón, República Checa y México, asegura que este libro tiene un pie en la realidad y alcanza a ser un registro de la vida cotidiana “no es falsificado para crear un efecto de libro infantil, se apoya en la imaginación”.
Diana Solano, la autora de los textos, afirma que hay ciertos puntos turísticos obligados a los que se recurre una y otra vez; sin embargo, considera que el punto en este libro fue poder traducirlos a una perspectiva infantil. “Pensamos en chicos de siete a nueve años, más chicos o más grandes también, porque los dibujos son los protagonistas; los niños se van a acercar, van a estar reconociendo a los personajes, identificándose con ellos y de pronto los textos tienen que ir al ritmo de lo impuesto por los dibujos, que son lo principal, y dar datos adicionales que no se vieran en los dibujos”.
Rigoberto de la Rocha dice que no hay ningún libro así sobre la ciudad; pero además se trata de un trabajo que inaugura la colección de Travesías Niños. “Quisiéramos seguir explorando, qué es un viaje para un niño. Cómo inspirar a un niño de la misma ciudad o de fuera a conocer su ciudad. Es una guía de su ciudad a su nivel”.
Memorabilia: DF. Igual que un registro de las cosas vale la pena recordar una colección de objetos que tienen un valor sentimental, el libro Ciudad de México, coeditado por el Fondo Mixto de Promoción Turística del Distrito Federal con Travesías Editores, siempre se planteó como un recorrido más visual que textual de la ciudad de México a través de paseos por distintos puntos: Paseo de la Reforma, Centro Histórico y Tlatelolco, Ciudad Universitaria, Chapultepec, Coyoacan y Xochimilco, Museos y Plaza Carso.
El ilustrador y diseñador Manuel Monroy asegura que editorialmente tenían que considerar espacios para tener información muy puntual que complementara de manera informativa y enriquecedora algunos contenidos. “Lo difícil era el mecanismo y los dispositivos; el cómo funcionaba la imagen y estos elementos que se desdoblan y generan otra experiencia. Creo que se planteó como un libro experimental que propone experiencia en términos materiales”.
Diana Solano apunta que “es una especie de álbum de colección de estampas”; Manuel complementa y dice que es una especie de “memorabilia”; y Rigoberto de la Rocha termina la idea, dice que al ir pasando las páginas del libro das la vuelta y te encuentras con que justo a este lugar no has ido; como si el niño señalará: “Este es el lugar que me falta por conocer. Este libro es una forma de que se sientan invitados a ir recolectando las historias”.
Manuel Monroy reconoce que este libro es muy distinto a los que ha hecho. “Es un libro que tenía que estar en un punto intermedio, era ver cómo me involucro yo desde una perspectiva emocional con la ciudad. Yo soy muy caminador de la ciudad, vivo en el Centro Histórico y vivo feliz caminándolo diario; hay muchas anécdotas que me enriquecen. Son distintos niveles de relatos y personajes, aunque no deja de ser una guía sobre la ciudad”.
Es un libro de ciudades de la ciudad de México, con personajes que hablan por teléfono mientras cruzan Reforma; que viajan en Metro, Metrobús, taxi, trolebús o bicicleta; que se toman una selfie ante el Templo Mayor; son los jóvenes festejando a las afueras del Estadio de CU; los naturalistas perdiéndose en el Jardín Botánico de la UNAM; o las mujeres con sus bolsas de shoping.
“Teníamos una idea de cuáles eran las zonas que el libro debía abarcar; evidentemente la ciudad es enorme y era muy complicado abarcarlo todo, pero pensábamos que podía estar resumida por estas zonas muy identificables”, señala Manuel Monroy.
De la Rocha, por su parte, celebra esos detalles capturados por Manuel: “Libros para visitar Bellas Artes hay muchísimos, pero esta aproximación es más verídica y más cercana”.