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El arquitecto mexicano Carlos Flores Marini, uno de los principales defensores del patrimonio artístico y cultural del país y destacado por sus trabajos de conservación arquitectónica, falleció ayer a los 78 años de edad, víctima de leucemia.

En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) informaron acerca del deceso del también historiador, quien realizó una valiosa labor en la protección y puesta en valor del patrimonio histórico de México y de América Latina.

El cuerpo de Flores Marini fue velado durante el día en la funeraria García López de San Jerónimo y por la tarde fue cremado, informó personal de la funeraria.

Ferviente guardián del patrimonio arquitectónico en el país, Marini enfrentó diversas batallas en defensa de los monumentos o sitios históricos y artísticos. Entre ellas, destaca su defensa del Súper Servicio Lomas de Vladimir Kaspé, único edificio plurifuncional en México, que fue destruido para construir un nuevo centro comercial; sus denuncias sobre las intervenciones que afectaron la sala principal del Palacio de Bellas Artes, así como la construcción del elevador en el Monumento a la Revolución y la inadecuada restauración del Ex Convento de la Merced.

Una de sus últimas denuncias y sobre la que estaba trabajando era contra la reconstrucción de las murallas de Campeche, comentó ayer la arquitecta Olga Orive, presidenta del Comité Nacional Mexicano del ICOMOS, organismo del que Flores Marini fue fundador y presidente.

“Lo vamos a extrañar mucho porque era un hombre que no dejaba de denunciar todas las afectaciones al patrimonio. Es una pérdida enorme para los que fuimos sus amigos por su irrestricta forma de proteger el patrimonio, y de no quedarse callado por nada y por nadie”, lamentó ayer Orive.

La arquitecta recordó que el 14 de diciembre pasado, ICOMOS le otorgó el Premio Federico Sescosse Lejeune 2014 en reconocimiento a su más de medio siglo de trayectoria profesional (galardón que también han recibido Miguel León-Portilla y Francisco Toledo). Estaba previsto que el próximo 20 de abril participará en la celebración de los 50 años del organismo. Ahora, dijo, para esas fechas se llevará acabo un homenaje en su memoria.

Al darse a conocer la noticia del fallecimiento del arquitecto, autoridades culturales del país expresaron sus condolencias a través de redes sociales.

El titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, escribió en su cuenta de Twitter: “Lamento el deceso del arquitecto Carlos Flores Marini, defensor del patrimonio monumental de México y América Latina. Mi pésame a sus deudos”.

En su cuenta oficial, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordó al arquitecto como un “incansable luchador por la preservación del patrimonio”.

El secretario técnico del INAH, César Moheno, también expresó su pesar por la muerte de Flores Marini, de quien dijo fue un arquitecto fundamental en la conservación de los monumentos históricos de México y de todo Iberoamérica.

Trayectoria internacional. Reconocido particularmente por su participación, en 1964, en el Comité de Redacción y firmante por México de la Carta Internacional para la Restauración y Conservación de Monumentos Históricos, conocida como Carta de Venecia, Flores Marini cosechó una fructífera trayectoria como docente.

Fue profesor titular de la Facultad de Arquitectura de la UNAM desde 1967, donde fundó la carrera de Restauración de Monumentos; formó diversas generaciones en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH, donde impartía la Cátedra Carlos Flores Marini.

Ganador del Premio Nacional de Arquitectura en 1996, el arquitecto participó en más de 150 proyectos de conservación, remodelación y revitalización de monumentos históricos, entre ellos la restauración del Alcázar de Colón, en Santo Domingo (República Dominicana), y los proyectos para la revitalización de los centros históricos de Salvador de Bahía, Brasil; Cartagena de Indias, Colombia; Panamá Viejo, El Casco Antiguo y Portobelo, Panamá, y la ciudad de Antigua en Guatemala, además de su labor en la Zona Arqueológica de Copán, en Honduras.

En su tarea de defensa del patrimonio, Flores Marini estaba atento a lo que vivían las ciudades, la arquitectura, las artes, la escultura. Fue una voz que siempre estuvo presente para defender y recuperar la historia que está detrás de las ciudades, o para recordar a los arquitectos y artistas que les dieron vida. Publicó más de 100 artículos y seis libros sobre temas de historia y conservación del Patrimonio Monumental. A esos artículos se suman innumerables textos que compartía con los medios, siempre en defensa del patrimonio.