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“No soy un artista que ofrezca respuestas, pero sí trato de cuestionar el papel del artista dentro de este marasmo nacional”, comentó ayer Francis Alÿs al inicio de un recorrido por dos exposiciones suyas que podrán verse desde hoy en museos que tienen entre sí poco más de un kilómetro de distancia, el Tamayo y la Sala de Arte Público Siqueiros.

Relato de una negociación es la muestra del Tamayo, mientras que la SAPS presenta Hotel Juárez. Cada una es independiente de la otra, pero el lazo entre ellas -que va más allá de una pieza-gesto de dos líneas azul y rosa que enlazan los museos- lleva al visitante a cuestionamientos, ideas y lugares sobre los cuales ha trabajado el artista, quien llegó a México por primera vez en 1977.

Las muestras hablan de su postura “política y poética” -en palabras de Taiyana Pimental, directora de la SAPS-; de su intención de “medir hasta qué punto operar como artista” -como lo dijo el propio Alÿs-; de asuntos como los límites de la representación -frase de Cuauhtémoc Medina, curador de la exposición del Tamayo-.

En la SAPS se presentan dos videoinstalaciones: The Paradox of Praxis # 5 y Children’s Games # 5, junto a una serie de postales. Ciudad Juárez es el tema y escenario de estos videos; el primero es el registro de una impresionante acción (que lleva a evocar The Paradox of Praxis # 1 cuando recorrió el Centro Histórico del DF con un bloque de hielo), y ahora el artista recorre el perímetro del centro de Ciudad Juárez mientras que con su pie empuja una bola de fuego, en medio de la noche, y ahí al fondo se ven los personajes característicos de la ciudad, se oye el tren, se advierte una permanente tensión y se alcanza una poesía en la pantalla. En el segundo video, un grupo de niños “juega” con espejos entre casas abandonadas.

Está en estos videos la ciudad que ha empezado a ser destruida. “...es la historia desde la Beat Generation hasta Bob Dylan, todos pasaron por ahí. Sí es realmente patrimonio nacional en la zona de la frontera y está siendo destruida, abandonada”, dijo Alÿs. Explicó que ha trabajado en Juárez en los dos últimos años y que esta ciudad es en cierta forma una “una caricatura de lo que ha pasado en casi la mitad del país”.

Otros lugares

Las obras sobre Juárez son recientes, de 2013 y 2014; las que expone el Tamayo fueron hechas fuera de México, salvo Tornados que durante una década estuvo “cazando” en Milpa Alta, una serie desde la cual Alÿs toma un tema inquietante en el contexto del país: la continúa rotación de un entorno convulso ante un centro totalmente calmado.

Esta exposición en el Museo Tamayo, que se ha generado en México y que desde aquí viajará al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. al Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana y a la Art Gallery of Ontario, en Canadá, reune trabajos de Alÿs de la última década en los cuales él viajó para crear desde otros lugares, ya no sobre el Centro de la ciudad de México que fue tema de la última gran exposición que presentó aquí, en San Ildefonso, en 2006.

Las series del Tamayo incluyen videos, pinturas, esculturas e instalaciones, así como el registro de cómo se dibujaron, trazaron y concibieron las obras, puesto en mesas; eso es algo que Alÿs denomina “la vida real” de un proyecto. Están obras de las series: Don´t Cross the Bridge Before You Get to the River (No cruzarás el puente antes de llegar al río, 2008), creada en África y España, en el estrecho de Gibraltar, y entre Cayo Hueso y La Habana; y Afganistán (2011-2014). Todas las obras las hizo en colaboración con Emilio Rivera, Daniel Toxqui, Julien Devaux, Elena Pardo, Rafael Ortega, Felix Blume y Raúl Ortega.

“Sea el que sea el proyecto -dijo Alÿs- me es necesario regresar aquí (a México) para digerirlo, procesarlo, recargar energía y regresar a la locación; es casi como mecanismo artístico, de reubicar los valores y las razones de cada proyecto desde mi base logística y sentimental”, comento casi al término del recorrido, en el Tamayo. “Todo mi lenguaje artístico se desarrolló en México, el diálogo, el método no ha cambiado y sí necesito reubicarlo a cada rato, en el contexto que fomentó este lenguaje. Es más fácil aquí justificar mi actividad de lo que hago como artista”.

Las dos exposiciones marcan el inicio de una labor conjunta entre ambos museos (y son parte de un programa de optimización de recursos en medio del recorte presupuestal, reconoció Pimental, un recorte de 40% en el caso de la SAPS).