Cartas inéditas de Frida revelan amor secreto

EXHIBICIÓN. Las 25 cartas manuscritas serán vendidas en Nueva York el próximo miércoles, cuyo valor se estima entre los 80 mil y los 120 mil dólares. (Foto: ALEJANDRA MUSI / EL UNIVERSAL )
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Nueva York. —La anunciada subasta de la Galería Doyle en Nueva York de las 25 cartas manuscritas que Frida Kahlo envió a su amante José Bartoli durante tres años (1946-1949), han abierto un capítulo importante en la investigación de la vida y obra de la artista.
Peter Costanzo, el vicepresidente de la galería y especialista en libros raros, autógrafos y fotografías habló con EL UNIVERSAL de la importancia que estos archivos tienen a nivel histórico debido a la luz que arrojan sobre la intensa relación amorosa entre el pintor catalán refugiado en México y Estados Unidos y la artista mexicana. Un idilio que surgió en 1946, cuando Cristina, hermana menor de Frida, los presentó en el Hospital de Nueva York para Cirugías Especiales en el que Frida fue operada de la espina.
Entonces José Bartoli se convirtió en el gran amor de Kahlo, según revela la correspondencia que la artista envió al pintor español durante tres años (1946-1949). “Además de ser materiales inéditos que arrojan nueva luz sobre una faceta de su vida hasta ahora muy poco conocida, tienen un valor histórico increíble pues en las cartas se puede conocer y leer mucho acerca del proceso creativo de cuando Frida trabajaba en sus grandes creaciones como la pintura de El árbol de la esperanza”, dijo Costanzo.
Descubrir estas cartas fue una gran sorpresa para todos pues ni siquiera los biógrafos de Kahlo tenían conocimiento de ellas, según explicó Louis LeB. Webre, el vicepresidente de marketing de Doyle, el lugar en el que el próximo miércoles se subastará este lote cuyo valor se estima entre los 80 mil y los 120 mil dólares.
“Hayden Herrera, la biógrafa de Frida Kahlo, pudo entrevistar a Bartoli antes de su muerte y según cuenta, José fue muy respetuoso y callado respecto a su relación con Kahlo. Atesoró durante todos estos años sus cartas así que fue una relación muy profunda pero cuando acordó hablar con ella acerca de la obra y la vida de Frida le puso como condición no tocar nunca el tema de su relación amorosa además de pedirle que ésta nunca se mencionara. Por eso al leer las biografías de Frida se sabe que tuvo una relación con un artista catalán pero es algo a lo que no se le da mucha importancia. Pero ahora, al leer estas cartas, Hayden se emocionó porque se dio cuenta de que en ellas había muchísima información de la artista que nadie sabía. Estas cartas son una nueva fuente de información”, contó Webre. Para Costanzo, “enterarnos de la existencia de estas cartas fue muy emocionante. Es muy raro poder tener un archivo como éste, 60 años después de que la artista haya muerto. Todas son cartas inéditas, nunca antes desveladas ni conocidas por nadie”.
No se sabe si Diego sospechó de la relación. Las 25 cartas permanecen en perfecto estado de conservación, no han sido tocadas muchas veces ni expuestas a la luz del sol. Están casi como en su estado original. Todas están en sus sobres originales y van desde cartas de una sola página hasta llegar a diez folios, todas en manuscrito, conformando un total de más de 100 páginas.
“Fueron escritas en diferentes colores de tinta, tipos de papel, lápices. Y había cartas en las que Frida también adjuntaba fotos o dibujos como el del gato durmiente que describe en una de sus cartas, hecho con pluma. Pedazos de tela, elementos de la naturaleza, etc. acompañaban también su correspondencia”, contó el especialista que aclaró que estas cartas arrojan muchos nuevos misterios e incógnitas, como que no se sabe si Diego sospechó de este amorío. “Frida menciona a Rivera en muchas de sus cartas pero como algo de la vida cotidiana. Le cuenta a José que Diego por fin llegó a su cama a dormir con ella y le hizo un poco de compañía, etc. Pero lo que más resalta en sus anécdotas es el sentimiento de soledad y el dolor físico constante que la artista experimentaba”.
Todas las cartas permanecieron con José Bartoli hasta que murió en 1995. Bartoli se casó y tuvo familia en Nueva York y sus descendientes cuidaron del archivo hasta ahora, “han pasado 20 años desde que el pintor murió y la familia decidió ponerlas a subasta”, explicó el curador, quien agregó que el motivo es porque aunque son cartas muy personales también tienen un contenido histórico muy importante, “todo lo que se cuenta en ellas nos habla de la escuela de Kahlo y de la forma en la que trabajaba en esta etapa tan prolífica de su vida. No creo que haya más cartas en poder de la familia de Bartoli, este es el archivo completo”.
El gran misterio
Y, así como ahora se sabe lo que Frida sentía por Bartoli gracias a este legado, lo que es un misterio es lo ocurrido con la otra parte de la correspondencia: las cartas que José enviaba a Frida a México. Se sabe que nunca se recibían en la Casa Azul sino que eran enviadas a Correos y Cristina se encargaba de recogerlas y llevárselas a Frida. También se sabe que Frida le pidió a José que las firmara siempre como Sonja. Así, si Diego las descubría pensaría que eran de una mujer. Rivera toleraba el amor de Frida por las mujeres pero nunca el de los hombres. Por su parte, Frida firmaba sus cartas como Mara, que es la abreviación de “Maravillosa”, como Bartoli la llamaba.
“Esas cartas nunca se han descubierto. Se cree que pudieron ser destruidas por la misma Frida después de que las leía o que se destruyeron tras su muerte en 1954. Pero esa parte del archivo nunca ha sido encontrada ni desvelada así que la única información que existe acerca de esta historia de amor son estas cartas de Frida. Este archivo no publicado es una ventana fresca a su vida”, puntualizó el experto que asegura que las cartas se dejaron de enviar en 1949 cuando aparentemente terminó la relación. “La salud de Frida se deterioró mucho los dos últimos años de su vida así que se cree que esa fue una de las causas por las que todo se fue apagando”, agregó Costanzo.
Embarazo desconocido
Otra anécdota clave de las cartas es que en ellas Frida habla de un posible embarazo, hasta el momento desconocido. “Durante su relación con Bartoli, Frida pensó que podría estar embarazada y que José era el padre. Pero no se sabe si esto ocurrió o fue efecto de las cirugías y medicamentos que tomaba para el dolor de espalda. Lo importante es que esa posibilidad significó un momento de mucha esperanza para los dos. Ambos deseaban tener un hijo juntos, pero desafortunadamente no fue así”, enfatizó Peter sobre un hecho que cambia la forma de ver la historia entre Diego y Frida, pues probablemente uno de los bebés que Kahlo perdió era de Bartoli y no de Rivera como siempre se había creído.
Diego: la gran obsesión. Bartoli: su gran amor
“Uno de los biógrafos de Frida, Salomon Grimberg, siempre dijo que ‘Diego había sido su gran obsesión y Bartoli su gran amor’ y ahora vemos que es cierto”, expresó Webre, quién dijo tener esperanza en que las cartas sean compradas por alguna de las instituciones americanas que ya le han manifestado a la galería su deseo de adquirirlas para investigarlas. Al experto también le gustaría que fueran adquiridas por un coleccionista privado que las done a algún museo, “mucha gente está interesada en comprarlas y han llamado a la galería. Son clientes de todo el mundo.
En el caso de este archivo la Ley de Monumentos Nacionales en México —bajo la que están artistas como Frida Kahlo y que prohíbe que sus obras salgan del país— no aplica, pues las cartas siempre han estado fuera del territorio nacional. Por ello es que esta es una gran oportunidad para que alguna institución estadounidense se haga con este tesoro”, finalizó el experto.
Al gobierno mexicano se les preguntó si habría una oferta de su parte para adquirir las cartas, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta; mientras que el Museo Frida Kahalo no participará. Las cartas estarán en exhibición a partir de hoy y hasta el 14 de abril.





