Cuando el pintor y escultor británico Brian Nissen (Londres, 1939) llegó a México en 1963, el DF era una ciudad mucho "más amena" porque era pequeña, con menos habitantes, más tranquila y fácil de transitar. Incluso, dice, la gente se reunía con más frecuencia. Entre los personajes de la vida cultural de esa época, había una relación más cercana e íntima. "La gente de danza, teatro, cineastas, escritores, estábamos revueltos, haciendo proyectos juntos. Era como vivir entre la farándula cultural".

Algunos recuerdos de aquella ciudad salen a la luz en el nuevo libro del artista, Farándula, presentado ayer en el Centro Cultural Bella Época, y que reúne por primera vez más de un centenar de dibujos que Nissen realizó entre los años sesenta y setenta.

Coeditado por la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta y Editorial RM, el volumen incluye una serie de dibujos que reflejan el humor, la gracia y la ironía con la que Nissen veía la vida en el país. "Cuando llegué a México dibujaba todo el tiempo; día y noche. Estos dibujos reflejan el entorno de ese momento", recuerda en entrevista.

Las obras realizadas en tina y goauche incluidas en este volumen forman parte de un lote de más de 300 dibujos que el artista rescató cuando en 2012 preparaba una retrospectiva de su obra, que se presentó en Bellas Artes. "Tuve que revolcar mi estudio. Encontré unas carpetas con unos 340 dibujos de los 60 y 70, que no recordaba que existían. De esos dibujos, vi que habían unos muy bien acabados y otros que no me gustaban, pero rescate unos 120 que me parecieron padrísimos".

Hallarlos fue toda una sorpresa porque fue como rescatar un tesoro, señala Nissen.

El artista, quien considera al dibujo como su primer amor, comenta que una de las razones por las que esas obras permanecieron olvidadas entre papeles fue porque una de sus aspiraciones ha sido explorar diversos medios plásticos. "No me gusta quedarme con un solo tema plástico, hacerlo y repetirlo. Después de explorar el dibujo, me metí mucho en la pintura y en otra época fue más abstracta; luego hice escultura. Como artista uno pretende que con la experiencia, con los años, nuestra obra vaya evolucionando", refiere.

Esas exploraciones, explica, también han funcionado para mejorar o depurar su obra. "Las características de estos dibujos tempranos es que son muy libres, completamente espontáneos, algo alborotados. Los dibujos que realice después fueron más controlados. Pero la experiencia es muy importante, con los años en el quehacer plástico uno aprende mucho y se pretende que la obra se vaya depurando", dice.

Dividido en 11 temas -Campos, Urbe, Periplos, Ocio, Festín, Cachondeo, Consultorio, Machos, Tocador, Amoríos y Striptease-, el volumen incluye textos de diversos autores y amigos del autor, como Elena Poniatowska, Juan Villoro, Margo Glantz, Guillermo Sheridan, Alberto Ruy Sánchez, Álvaro Enrigue, Jorge F. Hernández, Alma Guillermoprieto, Valeria Luiselli y Michael Wood.

sc