Amnistía Internacional (AI) condenó hoy el arresto del artista de nacionalidad chino-australiana Guo Jian en Pekín y pidió a las autoridades comunistas que detengan la persecución hacia aquellos que intentan conmemorar el 25 aniversario de la masacre de Tiananmen, que se celebra mañana.

El artista, quien participó en 1989 en las protestas prodemocracia de la capital china que acabaron en la sangrienta matanza de cientos o miles de personas -un número aún desconocido-, fue detenido por las autoridades poco después de que un medio foráneo publicara el viernes un perfil en el que Guo contaba su experiencia.

"Guo Jian es la última víctima de la despiadada campaña de represión de las autoridades previa al aniversario de Tiananmen. Él y todas las personas detenidas por hablar sobre la masacre de 1989 deben ser inmediatamente liberadas", instó William Nee, investigador de AI en China, en un comunicado.

Según subrayó Nee, la oleada de detenciones que se ha producido hasta el momento está siendo "más dura" que en años anteriores.

Con él coincide Maya Wang, de Human Rights Watch, quien subraya que la represión es mucho mayor en términos de escala, por las detenciones en lugar de los arrestos domiciliarios que se producían normalmente en años anteriores, por el número de arrestos, y por la relevancia de las personas apresadas.

Desde que comenzara esta campaña en abril, Chinese Human Rights Defenders (CHRD) ha estado documentado todas y cada una de las detenciones, no sólo en Pekín, sino en toda China, y, según sus datos, ya ascienden a 50 las personas que se encuentran desaparecidas, han sido interrogadas o están arrestadas.

Entre ellos, figura el prominente abogado Pu Zhiqiang -defensor del artista Ai Weiwei, y quien disfrutaba, hasta ahora, del visto bueno del Gobierno- o la famosa periodista Gao Yu.

Los informadores, locales y extranjeros, son también objetivo de esta campaña, según advierte AI, quien asegura que este sector ha notado un incremento del acoso en las últimas semanas.

El Club de Corresponsales Extranjeros en China (FCCC, siglas en inglés) denuncia la situación en un reciente comunicado, en el que recoge algunas de las escenas que tuvieron que vivir algunos informadores en el país asiático cuando trataban de hacer su trabajo.

Un ejemplo es el de un periodista de una cadena de televisión francesa, que fue sometido a seis horas de interrogatorio policial en Pekín, después de que enseñara a viandantes la famosa foto del hombre del tanque del 89 y les tratara de entrevistar.

"La intimidación de los periodistas y sus fuentes evidencia la deplorable distancia que las autoridades están dispuestas a recorrer para borrar la masacre del 89 de la memoria", señaló William Nee de AI.

Sin embargo, añadió, el mundo recuerda: "La gente continuará conmemorando el aniversario a pesar de los esfuerzos de las autoridades" por lo contrario.

sc