La epopeya del ejército del pueblo que derrotó a una tropa integrada por oficiales y generales con una preparación militar, es lo que se conmemora en el Centenario de la Batalla de Zacatecas, sostuvo el escritor Paco Ignacio Taibo II durante una conferencia a propósito del festejo.

En el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) , el autor de "Pancho Villa: La Toma de Zacatecas" compartió con cerca de 200 asistentes algunos detalles y anécdotas que se suscitaron en torno a este episodio histórico que inició con la salida de las tropas de Francisco Villa de Torreón, Coahuila, el 15 de junio de 1914, y concluyó con su victoria el 23 de junio.

Durante la conferencia "Centenario de la Batalla de Zacatecas" , el escritor explicó que el acontecimiento fue uno de los combates más significativos en la historia, especialmente porque la División del Norte, encabezada por Villa, triunfó sobre las fuerzas de la oligarquía.

"Este capítulo debe comenzar a narrarse resaltando a la División del Norte como el ejército del pueblo, que representó a la Revolución Mexicana, y acotando porqué construir una identidad entre el pasado y el presente nos hace mexicanos críticos, con una visión de futuro construida a partir de nuestros nexos con el pasado" , señaló.

Indicó que la batalla contra los soldados federales y orozquistas, al mando del general Luis Medina Barrón, tiene muchos significados extras, comenzando por el conflicto entre Venustiano Carranza y Villa, era un contexto de ruptura entre ambos personajes por diferencias en las decisiones y cuestiones de poder.

Otro factor importante a tomar en cuenta es que a diferencia de otras batallas, la que se libró por tomar al estado de Zacatecas no operó con caballería, Villa tuvo que inventar otras maneras de combatir.

El tercer factor, destacó, es que desmiente la idea de que Villa era un voluntarioso analfabeta en términos militares y que Felipe Ángeles eran quien dirigía al ejército.

Detalló que la División del Norte operaba a base de brigadas con una estructura democrática, con solados no profesionales y no por personas capturadas o incorporadas en contra de su voluntad, 90 por ciento de los integrantes del ejército eran voluntarios.

"Era un ejército terriblemente disciplinado que no perdonaba a quienes huían en combate; que contaba con una logística excepcional y con el mejor servicio de hospital, superando incluso a los que se tuvieron durante la guerra en Europa" , apuntó.

Los trenes, continuó, fueron otro elemento clave en la Batalla de Zacatecas, cerca de 60 máquinas, que en fila abarcaban un aproximado de 10 kilómetros, encabezados por cuatro mil hombres que vigilaban las operaciones, le permitió tener movilidad para mantener a la tropa.

"10 kilómetros de humo negro y cuatro kilómetros de polvo era lo que se veía avanzar cuando el ejército del pueblo se movía, mientras que si alguien osaba en acercarse más a los trenes podía observar un gran folclor: los soldados viajaban junto a un montón de anafres, instalados en el techo" , dijo.

Villa se caracterizó por su humildad, describió, todo el dinero lo destinaba para dotar al ejército de armas y herramientas, invertía en la guerra del pueblo.

Igualmente, subrayó que el compadrazgo fue un aspecto singular entre el ejército del pueblo, una especie de institución nacional potentísimo, pues si en México esta relación tiene una lógica defensiva, en tiempo de guerra y en la Revolución Mexicana adquirió un carácter "hiperdefensivo" .

La batalla que liberó el ejército comandado por Villa, con todas las características antes mencionadas, se suscitó como lo habían previsto, entre cerros, tomaron primero los de la Bufa y el Grillo, donde estaba concentrada la defensa federal, luego todos los demás de la zona y finalmente cercaron al opositor, logrando la victoria.

Taibo II recordó algunos detalles de la actitud de Villa con su ejército: decretó ley seca después de cada batalla y a los soldados borrachos los castigaba encerrándoles en un tren durante un mes sin derecho a beber alcohol; penó los saqueos y condenó las violaciones, igualmente infundió a sus generales el principio de combatir con el ejemplo.

El escritor enfatizó que "somos producto de nuestras circunstancias, entorno, educación, vivencias y experiencia, pero también de un pasado que elegimos como nuestro y cuando salimos a la calle a exigir nuestros derechos como ciudadanos, acompañados de voluntad y fuerza, también lo hacemos con los fantasmas de la División del Norte entre nosotros" .

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