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Las otras pasiones de Salvador Elizondo

Yanet Aguilar Sosa| El Universal
10:35México | Miércoles 05 de marzo de 2014

Ingenio. "Salvador era un extraordinario dibujante. Una de las grandes cosas que hacía era imitar la etapa griega de Picasso y una vez le vendimos a un gringo tonto unos Picassos, fue un fraude pero de muy poco dinero", señaló su amigo y colega José De la Colina.. (Foto: Leo Morales/EL UNIVERSAL )

A ocho años de su muerte, sus amigos y alumnos hablaron de una faceta singular del autor de Farabeuf y Elsinore: la del grafógrafo

A Salvador Elizondo no le gustaban los homenajes, y sin embargo anoche, cinco de sus amigos: José de la Colina, Pablo Soler Frost, Javier García Galiano, Jorge F. Hernández y Phillip Olle-Laprune, recordaron al amigo, maestro, gran escritor, amante de la literatura francesa y hombre inteligente, avispado y cruel que fue Salvador Elizondo.

A ocho años de su muerte, sus amigos y alumnos hablaron de una faceta singular del autor de Farabeuf y Elsinore: la del grafógrafo. Durante la mesa redonda titulada "Crónica de un grafógrafo: Salvador Elizondo", Pepe de la Colina recordó a su amigo por más de medio siglo, habló de sus intereses en la literatura y principalmente en el cine.

"Salvador desarrolló por fin su vocación que sería central, Salvador era un extraordinario dibujante, una de sus vocaciones había sido el dibujo, que además lo estudió. Una de las grandes cosas que hacía era imitar la etapa griega de Picasso y una vez le vendimos a un gringo tonto unos Picassos, fue un fraude pero de muy poco dinero", señaló De la Colina.

También dijo que Salvador "era un hombre muy avispado, de tal inteligencia, de una inteligencia tan fuera de lo común, por eso hay muy malos imitadores de Salvador Elizondo". Y recaordó su ternura y crueldad. "Era un hombre de una crueldad inaudita. No sé qué dirá Paulina Lavista de esto, pero su forma de ternura era la crueldad".

Pablo Soler Frost, por su parte dijo que con Elizondo compartía el gran interés por el ajolote, un animal en extinción; también por el dolor y la fotografía. "Me enseñó el gusto por Edgar Allan Poe, el gusto por las tradiciones mexicanas de Edgar Allan Poe, el amor que tenía por la composición de Allan Poe. Lo que me interesa mucho de él es que a pesar de sus influencias francesas, a pesar de sus inmensas lecturas don Salvador era un hombre al que le gustaba la tradición mexicana".

Recordó que tenía un amor inmenso por el México de su infancia, "decía que era una ciudad mucho más elegante que Lyon y que por el contrario el México en el que murió era una ciudad mucho más horrible que Calcuta".

Soler Frost dijo que aunque Elizondo fue un gran observador del horror en la metrópoli eso no se reflejó en su literatura. "Los primeros libros que publicó, sobre todo Farabeuf son libros de una gran oscuridad, y que poco a poco en los libros que fue escribiendo encontró luces y brillantes maravillosos, Elsinore es un libro con un gran amor por México, por los Estados Unidos, por las academias militares".

Javier García Galiano dijo que a "él no le gustaban los homenajes pero no está mal acordarse de un hombre admirable, de un escritor admirable, un gran maestro".

sc



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