Paz, una mirada al arte
CAMINOS A LA ABSTRACCIÓN. En esté módulo figuran obras como la escultura de Henry Moore y la pintura "Face of the night", de Robert Motherwell, que el artista hizo para el escritor . (Foto: LUCÍA GODÍNEZ EL UNIVERSAL )
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Octavio Paz no fue coleccionista de arte, pero en sus ensayos y poesías, el arte ocupa un lugar trascendental. Un lenguaje cuyas claves buscó descifrar, es lo que el poeta encontró en la escultura y la pintura de las vanguardias, en las obras de sus contemporáneos y en piezas del México antiguo.
Esos vínculos marcan el recorrido de la exposición En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte, que esta noche se inaugura y que mañana abre al público en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Son 228 obras de arte de artistas mexicanos y extranjeros que se exhiben en el marco del Homenaje Nacional al escritor nacido hace 100 años en esta ciudad.
Todas las salas de Bellas Artes, además de la explanada y algunos pasillos, acogen la exposición que es una de las más grandes, completas y propositivas en los últimos años en ese recinto. Provienen de 96 museos y acervos privados tanto de México como del exterior.
Con algunas obras nunca antes vistas en esta ciudad, la muestra reúne lo que Paz en sus páginas: su relación con el arte, sus experiencias y amistad con artistas, sus viajes a la India, el conocimiento de las vanguardias, sus críticas aunque nunca se definió como crítico de arte y sus reflexiones sobre la responsabilidad ética y política del arte.
“Paz es partícipe de una tradición que se remonta a los clásicos: como la poesía así es la pintura, ut pictura poesis. Octavio pertenece a esa tradición en la que hay una reflexión sobre la creación poética, la creación literaria, la creación pictórica. Son hermanas la poesía, la pintura y la escultura; eso está en la obra de Paz; de eso bebimos para crear la exposición”, dijo ayer el curador Héctor Tajonar, en un recorrido por las salas del recinto.
Miguel Fernández Félix, director del Museo y coordinador de la muestra, precisó que ésta tomó año y medio de preparación, y que Bellas Artes hizo una inversión de 26 millones de pesos, sin incluir otros recursos brindados por el Patronato y otros beneficiarios.
Encuentro universal
Es numerosa la lista de grandes nombres del arte que conviven en estas salas. Están Pablo Picasso, Antoni Tàpies, Frida Kahlo, Joan Miró, Henry Moore, Juan Soriano, Max Ernst, Edward Hooper, Vicente Rojo, Marcel Duchamp, Jackson Pollock, Diego Rivera, Robert Motherwell, Manuel Felguérez, Paul Klee, Mark Rothko, Giorgio de Chirico, Richard Dadd, Manuel Álvarez Bravo, José Clemente Orozco, Fernando de Szyszlo y muchos más.
Hay también piezas de arte prehispánico y virreinal, como una representación muy abstracta de Tlaloc al lado de una escultura de Isamu Noguchi; como las dos grandes pinturas de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien Paz escribió libros y ensayos. Se puede ver una pieza de Alberto Gironella en la que pintó al propio Octavio Paz y una obra de la viuda del escritor, Marie Jo Paz -La pasión mariposeante-.
Hay obras y artistas de los que él escribió específicamente, por ejemplo de Richard Dadd, Martín Ramírez, Rufino Tamayo, o artistas a quienes aludió de otras formas: Robert Rauschenberg, Manuel Felguérez, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, De Chirico. Grandes cuadros de Robert Motherwell están en distintas salas y, junto a uno, está además un libro con sus grabados acompañado por un poema del mexicano:
“El cuarto se ha enarenado de luna. / Mujer: / fuente en la noche. / Yo me fío a su fluir sosegado”.
Rutas
La exposición tiene dos ejes: arte moderno universal y arte mexicano; de ahí vienen 11 núcleos temáticos: “El cubismo y Picasso”, “Duchamp o el castillo de la pureza”, “Caminos a la abstracción”, “La subversión surrealista”, “La sonrisa de Eros”, “La otredad mesoamericana”, “Las dos conquistas: la de las armas y la de las almas”, “Mestizaje y milagro”, “Academia y cultura popular”, “Revoluciones y revelaciones” y “El aquí y el allá”.
Pero más allá de esto hay un cruce de tiempos y espacios: “Está estructurada de forma diacrónica y sincrónica para romper fronteras geográficas y de tiempo, para combinar el arte prehispánico con el tántrico, con el europeo y mexicano del siglo XX, con el norteamericano de la segunda mitad del siglo XX”, explicó el curador.
El punto de partida fueron los escritos de Paz, quien dedicó dos tomos de su Obra completa , con el nombre de Los privilegios de la vista, al tema del arte. Con el mismo nombre, Paz curó una exposición para el hoy extinto Centro Cultural de Arte Contemporáneo de Televisa.
Las obras se presentan con textos y audios que dejarán al espectador con ganas de buscar y conocer las referencias, cruces o diálogos entre el escritor y una obra o su autor.
La exposición maneja varios niveles de referencia a partir de los preceptos del propio Paz, explicaron Tajonar y Fernández: literalidad, interpretación y recreación acerca de las obras y los artistas.
Aunque el autor no era propiamente coleccionista, tenía algunas obras traídas de la India; pero varias piezas se perdieron en el incendió de su departamento en Guadalquivir.
Tajonar relató que el nombre de la exposición se lo dio la propia Marie Jo Paz: “Apoyó en todo, primero en los derechos. El título fue su idea, inspirada en un texto incluido en el ensayo sobre (Rodolphe) Bresdin (de quien aquí se ve la obra El buen samaritano), donde la frase es: ‘La operación poética esencial: en esto ver aquello.’ Ahí surgió el título”.
Tajonar comparó la muestra con aquello que André Malraux llamó "El Museo Imaginario": “Parte de experiencias, relaciones personales, de amistad, conocimiento personal de los artistas, atracción por ciertas vanguardias; lo expresado en sus textos y sus afectos”.
Y claro, también están las ausencias; no figura por ejemplo, Francisco Toledo. La muestra sobre Paz abre al público mañana y permanecerá hasta enero de 2015.