La colección de arte que apasionaba a Zambrano
COLECCIÓN. Ejemplos del acervo: arriba, un autorretrato de David Alfaro Siqueiros; abajo, "Paisaje con tres mujeres y maguey", de José Clemente Orozco, y a la derecha, "Hacia la torre", de Remedios Varo.. (Foto: CORTESÍA SOTHEBYS )
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La majestuosa casa de Lorenzo Zambrano en Monterrey era un constante montaje y desmontaje de obras de arte, relató a EL UNIVERSAL Axel Stein, director del Departamento de Arte Latinoamericano de Sotheby's, que el próximo 24 de noviembre sacará al mercado el primer lote con 40 obras maestras de arte latinoamericano del Siglo XX que el empresario regiomontano poseía y cuyo valor se estima en 40 millones de dólares.
"El señor Zambrano era un coleccionista que siempre estaba dispuesto a prestar las obras para las exposiciones que así lo requerían. Estas obras figuraron muchas veces en Museos de Monterrey, de la ciudad de México y del extranjero porque Lorenzo creía en la labor social del arte. Para él, la figura del coleccionista era la de una persona que resguardaba una obra más que poseerla, alguien a quién se le había encomendado el cuidado de una pieza maestra y cuya responsabilidad era la de estar atento a la necesidades del público. En los últimos 15 años prácticamente todas las obras de su colección fueron expuestas en Museos de México", explicó Stein.
Relató que al empresario le gustaba rotar las obras en su casa: "Era un hogar bastante dinámico, tengo entendido que había cuadros que subían y otros que bajaban; tenía todas las obras en su casa y las movía constantemente".
El especialista también aseguró que la idea de subastar estas obras fue un deseo expreso del dueño de Cemex: "El señor Zambrano dejó todo muy bien arreglado en su testamento y la primer orden respecto a su colección de arte fue que tras su muerte todas las obras se pusieran de inmediato en el mercado para que consiguieran un nuevo hogar. Él pensaba que la mejor manera que la gente tiene de valorar las obras es comprándolas y no recibiéndolas como regalo; tenía muy claro el valor de estas pinturas porque todas son obras maestras. En su mente siempre estuvo la idea de venderlas para que el próximo guardián de las mismas les tuviera el mismo cariño que él les tuvo".
Aunque no se sabe con certeza cuáles eran sus obras preferidas, Stein dice que por la manera en que estaban colocados los cuadros en su casa se podían sacar algunas conclusiones:
"Por ejemplo, sé que cerca de su habitación se encontraba el autorretrato de Wifredo Lam, de 1938. Y en el pasillo de las habitaciones estaba la obra de Rodolfo Nieto, La raison du plus fort. Pero más allá de eso yo creo que él disfrutaba muchísimo de su colección".
Un acervo majestuoso que ha sido considerado la colección latinoamericana más significativa que haya aparecido en subasta y que se espera rompa todos los récords. Y es que durante toda su vida, Zambrano fue reuniendo poco a poco lo que hoy se considera el acervo privado de arte mexicano modernista más importante del mundo.
Activo comprador. Acerca de la faceta del empresario como coleccionista, Stein lo describe como un hombre extremadamente discreto pero muy pendiente de los asuntos que le interesaban como el arte, en cuyo mercado fue muy activo como comprador.
"En su colección se pueden ver dos vertientes fundamentales: la de su devoción por México y su arte, pues para Lorenzo Zambrano todo aquello que fuera mexicano pertenecía a un mundo especial -de hecho su biblioteca está dedicada a México en su totalidad-. La segunda vertiente era su profunda admiración por el genio del artista que es aquello que hace que un creativo sea diferente al resto de los seres humanos y vea más allá de todos nosotros. Tenía una particular fascinación por los autorretratos, en los cuales los artistas no solamente se ven a sí mismos sino en donde también se puede apreciar la dimensión psicológica en la que se encuentran. Cómo se pintan, con qué se pintan, cuál es el tipo de mirada con la cual se representan. El autorretrato es una especie de ventana hacia el interior del artista que fascinaba a Lorenzo", explicó el experto.
Los últimos años de vida del empresario estuvieron caracterizados por su apertura a un mercado más internacional. Tuvo mayor interés por el autorretrato así como un acercamiento a otros latinoamericanos, por ejemplo: Armando Morales (Nicaragua), Armando Revelón (Venezuela), Fernando Botero (Colombia) y Amelia Peláez (Cuba).
Soportes. La colección de Zambrano está basada en pintura y obra en papel. Además de las obras pictóricas poseía una magnífica biblioteca con 40 mil libros en la que la casa de subastas Sotheby's también está interesada. "El resto son obras y objetos más personales", dijo Stein. Agregó que desconoce si alguna de las obras de esta colección será destinada al Museo MARCO de Monterrey, del cual Zambrano fue el principal donante y cuyo aporte financiero permitió al Museo continuar sus actividades aún en tiempos de crisis.
Para Stein, el mural de Diego Rivera llamado Río Juchitán es la joya de la colección, siendo el primer mural del artista guanajuatense que se subasta en la historia: "No hay muchos murales de Rivera y los que hay están en las paredes de la Ciudad de México o aquí, en Estados Unidos. Pero un mural transportable como éste es muy difícil de encontrar. La última vez que vendimos uno así fue uno de Rufino Tamayo, América, que alcanzó los 7.5 millones de dólares", contó el especialista y explicó que Sotheby's ha reservado el precio de salida de esta obra. Sólo se ha comunicado a interesados en adquirirla porque no quieren que sea información pública y cause mucho revuelo: "Es un precio accesible para quien se enamore de un mural de Rivera, y dentro de los márgenes razonables para una obra de arte como ésta", aclaró.
Sotheby`s realizará dos subastas de la colección (la primera con 40 piezas el 24 de noviembre y la segunda, en mayo 2015, con 35 obras); la casa ha realizado exhibiciones de las piezas en el DF y Los Ángeles; están previstas dos más el 17 de noviembre, en Miami, y del 21 al 23 de noviembre en la ciudad de Nueva York.
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En la colección de Zambrano hay pinturas de cinco artistas que son Monumento Artístico según la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, María Izquierdo y Remedios Varo. Según la ley, sus obras tienen que permanecer en el país. Así que aunque cualquier persona, de cualquier nacionalidad, puede comprarlas, las piezas tienen que estar en México, aunque se pueden exportar temporalmente para préstamos.