yanet.aguilar@eluniversal.com.mx  

Wole Soyinka, el Premio Nobel de Literatura 1986, habló de la capacidad de la poesía para ampliar la vida, reflexionó sobre el mundo actual, los fanatismos y la violencia; celebró la palabra, la poesía y los libros; pidió que si los niños pasan ocho horas ante los videojuegos, pasen al menos media hora leyendo poesía; y desde luego, se sumó a las celebraciones por el centenario del nacimiento de Octavio Paz, a quien calificó como un poeta universal, “un poeta de crucial importancia para México y para América Latina”, y para el mundo.

El escritor nigeriano, que es uno de los invitados especiales a las conmemoraciones que realiza México en torno a Paz, aseguró que la poesía no tiene que ser una carga sobre el ciudadano y ni el poeta tiene que llevar la carga de la ciudadanía, porque la poesía también es un escape y es una manera de registrar. “Además, hay que recordar que los poetas son contradictorios, se es un poeta de maneras distintas en diferentes momentos, Paz hablaba de esparcimiento, pero también hablaba de la poesía como algo que instigaba o provocaba”.

Durante una conferencia de prensa, previa a su participación en el Recital de poesía “Poetas del mundo y Octavio Paz”, que reunió a Derek Walcot, Premio Nobel de Literatura 1992 y a otros creadores como Charles Simic, Lasse Söderberg, Ida Vitale y Valerio Magrelli, en el Palacio de Bellas Artes, Soyinka dijo desconocer qué tanto se lee la obra de Paz entre los estudiantes pero que es un poeta cuya obra se ha traducido a muchos idiomas.

“Si hay algo que los mexicanos deberían aprender de Paz es a ser revolucionarios, porque él lo era a pesar de que sus ideas políticas eran controvertidas, en especial su relación con Fuentes, pero él estaba involucrado, estaba con la gente; sin embargo no creo que el trabajo deba considerarse una herramienta porque de esa manera no sería disfrutarlo, hay que leerlo por el placer de leerlo, no por una intención consciente de enseñanza; de lo que se aprende”, afirmó hoy el escritor nacido en 1934.

El poeta y dramaturgo que en 1986 se convirtió en el primer africano en conseguir el Premio Nobel de Literatura, dijo que Octavio Paz es un poeta universal. “Paz hizo resonancia en mí más allá de su calidad poética, había una afinidad de temperamentos, no solamente era un poeta, era un hombre de acción y era también un servidor público, lo cual también es una cosa bastante inusual en un poeta; él era una expresión integral de la vida mexicana, no era un poeta de libro de texto, sino un poeta para la gente”, señaló Soyinka.

El escritor nigeriano dijo que Paz a diferencia de Fuentes era además de hombre político, un activista. Habló también de las contradicciones que se observan en todo el mundo y de los fundamentalismos que prohiben los libros, que a los escritores los consideran impíos y que se niegan a la poesía. Expresó que la memoria de un pueblo y su cultura son una manera de enriquecerse de manera creativa y de que la sociedad muestre su identidad.

“La poesía es la esencia de los pueblos, también es una manera de obtener solaz y poderse distanciar de las contradicciones, de lo insoportable y también es un escape y el escape es esencial”.