Retratan a Paz con anécdotas y recuerdos
MUESTRA BIBLIOGRÁFICA. Está conformada por 129 primeras ediciones en español del poeta y ensayista, así como por fotografías y textos . (Foto: LUCÍA GODÍNEZ EL UNIVERSAL )
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El retrato coral de Octavio Paz, construido a 21 voces en plena conmemoración del centenario de su nacimiento, cifró una compleja pero entrañable imagen del poeta y ensayista mexicano. Si bien se habló del gran intelectual y hombre de mundo que iluminaba con su pensamiento, también se delinearon pasajes más íntimos del ser humano emotivo y solidario que fue el Premio Nobel de Literatura 1990.
Sobre el escenario de la sala principal del Palacio de Bellas Artes, 21 amigos del autor de Piedra de Sol y El laberinto de la soledad trazaron un retrato del poeta de los pies a la cabeza. Ante la mirada Marie Jo Paz, su viuda; de Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta; de amigos, lectores y admiradores, se realizó la última actividad de la primera etapa del homenaje por el centenario de su nacimiento, la velada “Retrato Coral de Octavio Paz”.
Acomodados en dos niveles y enmarcados por los troncos de tres árboles blancos, los 21 escritores, intelectuales, pensadores y académicos de México y del mundo, que fueron ante todo amigos de Paz, celebraron la obra y la vida del poeta.
El escritor rumano Norman Manea manifestó sus lazos con Paz por el exilio; lo recordó en su lucha a favor de la justicia social, contra la “cínica batalla por el poder y la dominación” y contra los conflictos del fundamentalismo religioso. “Sólo queda esperar que al menos en nuestra escritura y en nuestro fuerte compromiso con la libertad, la humanidad y la solidaridad al final el Sol ‘beba sombra’, como dijo el gran escritor Octavio Paz”.
El Paz ligado a su casa de la infancia en el barrio de Mixcoac, el Paz joven que acudió al Congreso de Intelectuales antifacistas en España en 1937, el Paz maestro de poetas jóvenes, el amigo vital y corajudo, el apasionado del cine, las series televisivas, de Start Treck y admirador de “Data”, el robot humanoide que lo sabía todo, fueron algunos de los pasajes, anécdotas y recuerdos celebrados por sus amigos.
Justo Eliot Weinberger, su traductor al inglés, evocó su pasión por la serie de ciencia ficción Start Treck. “No me sorprende que Octavio fuera admirador de ‘Data’, Octavio, el mejor dotado de emociones humanas, también lo sabía todo. Tenía memoria fotográfica, contaba a detalle novelas leídas décadas atrás; una vez me contó de una fiesta en París en 1937 a la que acudió César Vallejo y él recordaba quién había estado, cómo iba vestido y qué había dicho”.
Weinberger celebró la mente sintética y extraordinaria que agrupaba elementos dispares para formar un todo coherente. “Conjunciones y configuraciones” eran palabras claves para él, y a diferencia de cada escritor de su nivel, hacía monólogos. Se tenían genuinas conversaciones con él, pues Octavio, el gran orador, era también un gran escucha”.
Mosaico de visiones
Rafael Tovar y de Teresa señaló que el propósito de estas jornadas tuvo dos facetas clave: analizar al pensador y al poeta y recordarlo como uno de los hombres más fieles a la pasión crítica; además de ponerlo al alcance de las nuevas generaciones.
Antes de que los 21 amigos de Paz contaran una anécdota, un recuerdo o un momento compartido, como una suma de aguafuertes, Julio Trujillo leyó, a petición de Marie Jo Paz, el poema que Octavio Paz escribiera para su hija Helena Paz Garro, cuando ésta era una niña. Como un homenaje póstumo, se escucharon los versos del poema “Niña”, donde el poeta agradece la llegada de esa pequeña que justo ayer fue sepultada.
Fabienne Bradu lo recordó como un caballero chapado a la antigua, que también tenía una concepción moderna de la mujer; un intelectual que en sus revistas dio cabida a algunas mujeres como Julieta Campos; pero sin duda hubo quienes lo impresionaron profundamente, como Sor Juana Inés de la Cruz y otras que lo influenciaron, como María Zambrano y Victoria Ocampo.
Otros, como Alberto Ruy, Aurelio Asiain y Adolfo Castañón ofrecieron un retrato íntimo. Mientas que Ruy Sánchez recordó a un Paz cariñoso, juguetón y consentidor, que llevaba regalos a sus hijos, Asiain relató un episodio en el que después de sufrir un asalto, buscó ayuda en casa de Paz y éste lo recibió con un whisky. Castañón contó del día en que Paz le firmó un cheque por 2 mil pesos que nunca cobró, “su firma era más valiosa que el efectivo”.
Uno a uno, los amigos aportaron piezas para un retrato hablado de Paz, desde Elena Poniatowska, que habló de 53 años de amistad, hasta Enrique Krauze, considerado su heredero intelectual, quien agradeció la amistad que lo unió a él, un hombre en el que celebró el amor filial por su hija y su compromiso con la libertad, pero también la relación amorosa con Marie Jo Paz, su viuda, para quien pidió un aplauso que los lectores y los 21 amigos le brindaron de pie.