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Nueva York. — Lo primero que se ve al llegar a la exhibición de la colección de arte latinoamericano de Lorenzo Zambrano en Sotheby´s Nueva York es el majestuoso cuadro de Remedios Varo, Hacia la torre.

Pintada con una precisión asombrosa durante un año, esta pintura es una de las más valiosos de la artista y forma parte de una serie de tres obras: Hacia la torre es la primera pieza, Bordando el manto terrestre (colección privada en México) la segunda, y la culminación está en La huída (Museo de Arte Moderno, México).

La obra, que con otras de la colección se subastará el lunes en Sotheby's, tiene un precio de salida de 2 millones y medio de dólares y se estima que llegue a venderse en un millón más.

A mano derecha es imposible no fijarse en la Naturaleza Muerta, de Rufino Tamayo, cuyos vibrantes colores y famosas sandías remiten a México. Las sandías, como explica Axel Stein, director de Arte Latinoamericano de Sotheby’s y curador de esta colección, “siempre han sido un tema importante en la pintura de Tamayo, pues en las sandías están los tres colores patrios: verde, blanco y rojo. Además de muchos otros significados que se le pueden atribuir a un cuadro como éste”.

La exhibición de la colección Zambrano, titulada A vision of Grandeur (La visión de un grandioso), se abrirá al público este sábado y podrá visitarse hasta el lunes por la mañana.

En la tarde, las 40 obras que salen a subasta en esta primer venta (habrá otra con las 30 obras restantes de la colección Zambrano en mayo de 2015) encontrarán nuevos dueños.

Es una ocasión única para admirar estas obras maestras del arte latinoamericano moderno juntas. EL UNIVERSAL ha podido verlas en exclusiva antes, en compañía del curador.

Al hablar de los posibles dueños que tendrán estas obras, Stein es reservado y afirma que, “cualquier persona alrededor del mundo puede estar interesada en ellas. Todas son obras maestras, de grandísimo nivel”. Sin embargo, aclara que hay varios artistas a los que ninguna fortuna ni museos de otros países podrán acceder por encontrarse en la lista de los mexicanos considerados Monumento Artístico dentro de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

Entre ellos se encuentran Diego Rivera, Frida Kahlo, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Gerardo Murillo “Dr.Atl” y María Izquierdo; por ello, el mural Río Juchitán, de Diego Rivera, presente en esta colección y que forma parte de la subasta, no pudo salir del territorio mexicano y tendrá que ser comprado aquí pero por alguien que lo tendrá en México (en la visita se pueden ver 34 de las pinturas.)

“Para mí esta es una ley que tiene que ser revisada y cambiada por la proyección internacional que puede darle un cuadro a un país. Es una tontería limitar la circulación de obras mexicanas en el mundo porque lo que estás haciendo es empobrecer al país. Porque si un museo como El Prado, o el MoMa se comprara el Río Juchitán, por poner un ejemplo, la gente que tendría acceso a ese cuadro sería muchísima más siendo una gran promoción para el país, una imagen muy positiva. Pero esa política de restricción que se tiene en México no lleva a ningún lado”, aseguró el especialista. “De hecho es una ley que está en contra de la Ley de Libre Circulación de Obras de Arte de la UNESCO. Lo que no se puede hacer es poner los cuadros en una prisión”, opinó contundente el curador.

Precisamente en esta exhibición en Sotheby’s también se encuentra un retrato de José Clemente Orozco cuya obra, según la ley, tendría que estar en territorio nacional. “Ese Clemente Orozco se salvó porque se encontraba fuera del país una vez que fue decretada la ley en los años 70’s. Por lo tanto, está libre de la prisión y se puede vender a cualquiera”, apunta Stein.

Límites mexicanos

Acerca de la importancia de la difusión cultural, Axel Stein dice que todas las instituciones de México querrían poder comprar cualquiera de estos cuadros y tener acceso a ellos. Sin embargo, ninguna tiene la capacidad económica ni administrativa para hacerlo:

“La misma naturaleza de las instituciones mexicanas les hace imposible competir en una subasta porque para adquirir una obra y tener un presupuesto, antes tienen que pasar por un tremendo papeleo y autorización. Y en una subasta no hay presupuestos definidos y el precio de la obra cambia cada minuto. Por otra parte, en América Latina no existe la posibilidad como en Estados Unidos de que una empresa o persona compre las obras para un museo y que con esa compra pueda deducir impuestos. Eso es lo que ha hecho que los museos americanos sean tan completos y potentes pero en México eso no se puede hacer, con lo cual, no hay forma de tener presupuestos de estas magnitudes para comprar un cuadro, pues estamos hablando de varias obras que sobrepasan el millón de dólares, como Río Juchitán que se estima tendrá un precio de salida de más de cinco millones de dólares”.

Y, aunque el mural de Río Juchitán no pudo llegar a Nueva York, el que sí lo consiguió es un espléndido Francisco Toledo que no tiene título y al que Stein considera una obra maestra:

“Para mí Toledo es el mejor artista latinoamericano vivo y este mural es una prueba de ello”, afirma.

Este mural, fechado en 1966, tiene un precio de salida de 900 mil dólares y se estima que podría alcanzar el millón 200 mil o más. Otras de las grandes obras de la colección son un autorretrato de Siqueiros de 1939, así como La tentación de San Antonio, de Leonora Carrington, una de las primeras obras que hizo en América.

Por el momento, este fin se semana se pueden disfrutar estas obras que con esmero fue reuniendo Zambrano a lo largo de toda su vida llegando a formar la colección de Arte Latinoamericano más importante de la historia, la cual se estima tiene un valor de 40 millones de dólares.