Premio Mazatlán a Rafael Pérez Gay
AUTOR. Ha escrito "Nos acompañan los muertos" y "Llamadas nocturnas". (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
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“Estoy feliz de haber obtenido el Mazatlán que ha recibido gente muy exitosa, basta ver la lista de nombres y no puedo más que sentirme orgulloso de estar junto a esa gente, pero además es una doble intensidad emotiva porque recibo el Mazatlán precisamente con el libro de El cerebro de mi hermano; para mí es muy importante y muy intenso emocionalmente, algo que mi hermano recibirá del Mazatlán el viernes 21 de febrero”, señaló Rafael Pérez Gay.
El escritor mexicano fue anunciado ayer como el ganador del Premio Mazatlán de Literatura 2014 por su reciente libro El cerebro de mi hermano, que él mismo define como “un informe, un testimonio, un episodio, un relato sin ficción sobre la larga y penosa enfermedad de José María Pérez Gay, mi hermano”.
En entrevista, Pérez Gay aseguró que ese libro es también una memoria personal, el registro de una amistad, de una hermandad literaria que sostuvieron dos hermanos, José María y Rafael Pérez Gay, durante por lo menos cinco décadas. “Es un estudio de acercamiento a la finitud de la vida, es decir, al momento en el cual las personas se enferman y desaparecen, y tanto como la muerte está presente la vida misma a través de las ráfagas y del soplo de la memoria en la reconstrucción de una familia clase media en la ciudad México; no hay nada más local que una familia pero al mismo tiempo no hay nada más universal que una familia”.
El Premio Mazatlán de Literatura que le será entregado a Rafael Pérez Gay el próximo 21 de febrero en ese puerto de Sinaloa, fue considerado por el jurado como el mejor de los libros mexicanos de 2013.
Esa obra publicada por Seix Barral agotó su primera edición por lo que ya están en librerías la primera reimpresión.
Se trata de un libro que se inscribe en una tradición literaria muy personal y al tiempo muy universal, de la que forman parte obras como Una historia de amor y oscuridad de Amos Oz, La invención de la soledad de Paul Auster, Beber un cáliz de Ricardo Garibay y “el súper clásico de clásicos de la poesía mexicana, Algo sobre la muerte del Mayor Sabines. Todos esos son momentos donde estos grandísimos creadores se han detenido a pensar sobre el hecho de la vida y en consecuencia de la muerte”, afirma el escritor. El jurado del galardón ha dicho que el libro de Pérez Gay está “a medio camino entre la autobiografía y la crónica, en este texto sobrio y sin concesiones, Pérez Gay despliega su talento como narrador y atrapa a los lectores en una telaraña de nostalgia y ternura, una historia desgarradora, rotunda, viva, recuerdo del amor fraternal, de la eternidad fugaz de la infancia y la fragilidad de la vida”.
El columnista de EL UNIVERSAL, diario donde se gestó la semilla de este informe con la publicación de un primer texto sobre la enfermedad, afirma que este libro es ante todo un adiós que “era un deber moral y un deber literario; tenía que escribirlo rápido para que la despedida fuera rápida. Mientras escribía mantuve con vida a mi hermano, al final había que dejarlo ir”.
Para el escritor nacido en la ciudad de México en 1957, este es un relato verdadero con el cual se despide y dice adiós “a una persona que fue importante y central en mi vida, del mismo modo hago un resumen, más que ajuste de cuentas porque aunque tuvimos diferencias nunca tuvimos que hacer ajustes. No es muy frecuente entre nosotros la tradición de relatos; en otras literaturas sí lo es”.
Rafael Pérez Gay se suma a otros ganadores del premio como Elena Poniatowska, Luis Spota, Octavio Páz, Ángeles Mastretta, Jaime Sabines, Juan Villoro, Sergio Pitol, Jorge Volpi y Juan Villoro, entre otros.
“Yo creo que los premios no hacen mejor a los escritores pero les acercan al lector y yo soy un escritor que quiere que lo lean”, concluyó Rafael Pérez Gay, quien es autor de otros libros como Nos acompañan los muertos, Paraísos duros de roer y Llamadas nocturnas.