La obra del pintor, escultor y teórico del arte Antoni Tápies sigue vigente y continua generando asombró, a dos años de su muerte, gracias a la fundación de Barcelona, España, que lleva su nombre y que lo evoca constantemente.

Ejemplo de ello es la muestra "Antoni Tápies. Colección", que se exhibe en la Fundación Tápies hasta el 27 de febrero y en la que el público puede apreciar diferentes momentos creativos del artista desde la década de 1940 hasta sus últimos días.

Asimismo, el destacado exponente del informalismo es recordado por otros recintos, como el Museo Guggenheim Bilbao, donde las esculturas de la muestra "Antoni Tápies. Del objeto a la escultura (1964-2009)" causaron asombro en las más de 216 mil personas que las apreciaron.

Antoni Tápies vio la primera luz el 13 de diciembre de 1923 en Barcelona, España, en el seno de un hogar liderado por Josep Tápies Mestres, quien entabló amistad con notables personajes de la vida pública catalana, lo que marcó sus primeros años.

De acuerdo con la biografía del artista disponible en el portal en Internet de su fundación, "fundaciotapies.org", asistió a distintas escuelas de Barcelona, donde cursó su educación básica; durante la Guerra Civil Española asistió al Liceo Práctico de esa ciudad y practicó el dibujo y la pintura de forma autodidacta.

El inicio de la dictadura del general Franco marcó profundamente muchos aspectos de su futura trayectoria vital y artística.

En 1940 asistió al Instituto Menéndez y Pelayo y después a las Escuelas Pías, no obstante interrumpió constantemente su formación a causa de problemas de salud.

En esos años se interesó por la obra de importantes autores tales como Thomas Mann (1875-1955), Friedrich Nietzsche (1844-1900) y Oswald Spengler (1880-1936), entre otros.

Posteriormente ingresó a la Universidad de Barcelona para estudiar Derecho, sin embargo a los 22 años dejó la carrera para dedicarse por completo al arte, apuntan sus datos disponibles en el sitio electrónico "biografiasyvidas".

En su primera etapa como artista se dedicó al "collage", así como a crear pinturas terrosas que presentan "grattages" y "graffiti", además se relacionó con los intelectuales catalanes del grupo "Dau al Set" (1948), quienes lo apoyaron en sus primeras exposiciones.

Tiempo después Tápies se interesó por el surrealismo y en 1949 renunció a los efectos de la materia y se dedicó a crear cuadros en los que predominan los tonos grises, aunque con interrupciones de importancia variable de colores vivos y en los que aparecen impresiones textiles, signos y letras deformadas.

En 1954, después de impartir un curso de arte abstracto en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, retomó la materia y creó cuadros con argamasa (mezclando al óleo mármol pulverizado y usando pigmentos en polvo disueltos en látex).

La década de los 60 fue importante para el artista, quien incursionó en la neofiguración y en el arte pobre, que evocó al pintar objetos rústicos y cotidianos como los que aparecen en su obra "Materia gris en forma de sombrero", que alcanzó fama mundial.

Los siguientes años, el artista los dedicó a la creación teórica, fruto de este periodo son los textos "La práctica del arte" (1970), "El arte contra la estética" (1974) y "Por un arte moderno y progresista" (1985).

En 1984 se creó en Barcelona la Fundación Tápies, que fue inaugurada en 1990, y cuyos fondos, formados con la obra donada por Teresa y Antoni Tápies, constituyen la más completa colección de las obras del pintor catalán.

Ese mismo año el artista fue nombrado académico de honor en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las artes y el Praemium Imperiale de pintura.

La vida del destacado artista Antoni Tápies se vio concluida, el 6 de febrero del 2012, a los 88 años de edad; muerte que fue considerada por la prensa española como la pérdida del último pilar de vanguardia española de posguerra.