La escritora barcelonesa Mercedes Salisachs (Barcelona, 1916) murió este jueves por la noche en su ciudad natal a los 97 años.

La autora ganó el Premio Planeta de novela del año 1975 con La gangrena y el Alfonso X El Sabio de Novela Histórica 2009 por Goodbye, España.

Inasequible al desaliento, ni los achaques de la edad, ni los accidentes domésticos la alejaron de la literatura y de la lectura diaria de la prensa, una fuente inagotable, había dicho siempre, de historias para nuevas novelas, aunque, sin duda, la mayor inspiración se la proporcionó su propia vida.

Salisachs ha sido una de las escritoras en activo más longevas, ha publicado unos 40 libros y ha ganado una veintena de premios.

Salisachs, que en los últimos años había tenido un delicado estado de salud, se ha mantenido en activo hasta los últimos días y el pasado año publicó su última novela, El caudal de las noches vacías.

Hija de un industrial barcelonés y tía de Bibis Salisachs -que fue esposa de Juan Antonio Samaranch-, estudió peritaje mercantil en la Escuela de Comercio y trabajó en decoración, aunque su carrera se centró en la literatura. "Con Mercedes Salisachs desaparece una figura señera de la narrativa española de la segunda mitad del siglo XX", ha destacado el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert en un comunicado.

Empezó a escribir, en 1921, en un cuaderno con tapa de hule en la que había encolado una etiqueta donde decía La vida.

"Yo quería hablar sobre la vida, pero no sabía expresar lo que veía, lo que me molestaba y lo que me dolía... Luego compuse cuentos y novelas enormemente tontas... Vino la guerra... La pasamos en San Sebastián, porque aquí nos iban a matar y tuvimos que exiliarnos, y sobre nuestro domicilio en la calle de San Marcial, en San Sebastián, y todo lo que nos pasó allí escribí un libro que se llamaba San Marcial, 42. Yo era muy joven, tenía veinte años. Cuando volvimos a Barcelona, Editorial Juventud lo publicó".

En 1955 publicó su primera obra, Primera mañana, última mañana; en 1956 ganó el premio Ciudad de Barcelona con Una mujer llega al pueblo; en 1983, el Ateneo de Sevilla con El volumen de la ausencia, y en 2004 Fernando Lara con El último laberinto.

Se lleva con ella su deseo que nunca pudo ver hecho realidad, que se llevara al cine alguna de sus novelas: el productor Pepón Corominas murió de cáncer un mes después de haber decidido adaptar La gangrena, recordaba Salisachs, quien tenía a José Luis Garci como director favorito por su sensibilidad.

Salisachs había sido directora editorial de Plaza y Janés y vicepresidenta del Ateneo de Madrid junto con Juan Antonio Vallejo Nájera. Acabado de publicar El cuadro, confesaba que seguía escribiendo porque tenía "muchas historias que contar" e iba más lejos en su reflexión:

"Sin la escritura habría enfermado, me habría encerrado en mi misma". Ser la escritora más longeva del mundo en activo la llenaba de emoción, pero eso no impedía cierto punto de amargura cuando decía: "En cualquier otro país sería motivo de celebración, pero aquí no soy noticia". (Con información de EFE y El País).

sc