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Era el 21 de diciembre de 1990 y Gerald Martin, un británico al que luego Gabriel García Márquez llamaría “el loco que me persigue”, llevaba tres semanas a la caza del Nobel de Literatura colombiano en La Habana, Cuba. Lo movían la intuición de buen lector y la decisión de su editor de estar predestinado a hacer la biografía de uno de los escritores más importantes del momento.

Ahora, el biógrafo del fallecido escritor anunció que prepara un nuevo libro sobre la vida del novelista, a quien define como “el más grande después de (Miguel de) Cervantes”.

En charla con el diario El Tiempo, cuyo contenido fue publicado ayer en un cuadernillo dedicado al Nobel de Literatura, Martin aseguró que prepara otra biografía de Gabo con mucha información recopilada por años.

“Estoy preparando otra biografía de Gabo. En la actual solo usé 3% de la información que recopilé. Le debo al mundo todo eso”, sostuvo el hombre que persiguió de manera incansable a García Márquez para plasmar su vida.

Recordó que el escritor le preguntó un día “¿Por qué quieres escribir una biografía si las biografías significan la muerte? Además, no vas a poder decir todo lo que quieres”, le expresó el colombiano ante su insistencia. “Entonces, yo le contesté que lo publicaría en la segunda edición después de su muerte, y eso, en vez de enojarlo, le gustó. Creo que pensó que era una persona sincera. Yo siempre trabajé con buena fe. Hoy es un día muy triste”, dijo.

Y así fueron mil 196 notas, 300 entrevistas, más de dos mil páginas y 17 años obsesionado con García Márquez, añadió la publicación colombiana en su extenso artículo dedicado al autor de Cien años de soledad, luego de su muerte en México el jueves pasado.

Martin manifestó que le habían dicho que el novelista “era difícil, vanidoso, imposible de llegar a él, pero no era cierto, García Márquez era la persona más normal del mundo, mamagallista (bromista) y al mismo tiempo genial”, recuerda Martin.

Pasaron muchos años y el inglés debía enfrentar a Gabo. Fue el 28 de noviembre de 2008, en Guadalajara. Era la primera vez que lo vería después de publicar la biografía, y estaba nervioso. “Ya todo había terminado y podíamos ser amigos, ya no contrincantes invisibles”, dijo. El encuentro fue registrado: “Te agradezco —le dijo Gabo a Martin— que llegaras hasta aquí. Y no habrá whisky suficiente para celebrarlo.”

Su último encuentro fue agridulce y, como un cierre, ocurrió en La Habana, el mismo lugar donde se conocieron. Hace ya tres años y medio. Gabo ya estaba enfermo, recordó el biógrafo y catedrático británico. “No tenía sentido seguirlo molestando. Hablamos de todo. Aunque ya estaba perdiendo la memoria, había leído el libro y recordaba algunas cosas que no le gustaban. Me dijo que algunas le herían un poco, que había errores que corregiría”. Que “los hablaríamos después con un whisky”, cuenta. Pero ese trago, dice Martin, nunca se dio.

Entre Borges y Cervantes

Para Gerald Martin, experto en literatura suramericana, García Márquez “fue y es el escritor más famoso del mundo, que trasciende todas las fronteras, todas las culturas y nacionalidades”. Al compararlo con Jorge Luis Borges, un paralelo recurrente a la hora de referirse a la calidad narrativa de Gabo, el profesor inglés manifestó, que el escritor argentino “es grandísimo, pero Gabo tiene la gran virtud de llegar a las masas, como Cervantes. Gabo llega también a las personas que están haciendo el bachillerato y, al mismo tiempo, satisface a los lectores más exigentes.

Cervantes es el representante del Renacimiento, de la decadencia de España, y Gabo, de la posmodernidad, de la llegada de América Latina a los horizontes globales. Es el más representativo del siglo XX en América Latina. Eso no quiere decir que el mejor, aunque no hay nadie mejor que él, destacó. Agregó que Cien años de soledad es el libro de la conversión de América Latina, de los lugares pequeños y las aldeas que se van transformando. (Con información de Notimex).