Los viajes que impulsa el Cervantino
OBRA. Jorge Volpi en enlace con Cristina Rivera Garza y Javier Torres Maldonado . (Foto: CORTESÍA DE CONACULTA )
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Ocotal, Chiapas, ocurre una aventura rulfiana; surgen voces de la literatura de Juan Rulfo que movieron a la escritora Cristina Rivera Garza a crear el libreto de la ópera El viaje, en colaboración con el compositor Javier Torres Maldonado, quien hizo la música del montaje escénico que se enmarca en el eje temático de Frontera (s) Festival Internacional Cervantino (FIC).
La nueva producción del Cervantino, que representa una inversión de 935 mil 500 pesos —no incluye impuestos—, es la segunda ópera impulsada por el proyecto OM21, mismo que en 2013 estrenó Bola Negra, de Marcela y Jesusa Rodríguez, que implicó una inversión de 250 mil pesos, sin impuestos.
Ese road-story que se estrenará el 22 de octubre en el Teatro Cervantes forma parte del proyecto de impulsar la obra de artistas mexicanos. “La personalidad de un festival también está dada por estrenos mundiales, encargos y nuevas producciones que queremos ir ampliando en cada edición, en ese marco hemos hecho estas comisiones tanto a compositores y escritores como a compañías de danza, dramaturgos y directores de teatro; uno de los centrales es Ópera Mexicana 21 (OM21)”, dijo Jorge Volpi, director del Cervantino.
El Viaje, montaje que cuenta con la dirección de Christine Dormoy, de la compañía francesa Le Grain, es parte de los proyectos encargados por el FIC a diferentes creadores mexicanos, entre los que también se encuentran Me enamoré en Troya, de Ximena Escalante y que dirigirá Martín Acosta; Anamnesis, de Jaime Chabaud, con dirección de Richard Viqueira, y los Sonetos de Shakespeare. Esa armonía que seduce mis oídos, donde ocho compositores mexicanos jóvenes escribieron una pieza a partir de un soneto del dramaturgo inglés.
Rivera Garza dijo que aunque están las problemáticas que padece el país, como la violencia y la inseguridad, la mirada es desde una reinterpretación y resignificación y aseguró que ni el libreto ni la puesta en escena tienen como afán capturar la obra o el espíritu de Juan Rulfo.
“Existe el motivo rulfiano de un viaje que ha sido poco documentado. No es un intento de traducir a Rulfo a otros idiomas artísticos. Se trata de un viaje intrigante, una historia con personajes atípicos, contrastantes, en un punto coyuntural de la historia nacional. El recorrido del que habla la ópera es el tiempo presente y trata de repetir un recorrido, es una reinterpretación”, afirmó la narradora mexicana.