La tienda de la esquina se mete al Estanquillo

ESTANQUILLO. Fotógrafo no identificado. (Foto: EL UNIVERSAL )
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Uno de los intereses del escritor Carlos Monsiváis fue la vida de los mercados, los tianguis, los estanquillos; el comercio como una forma de comprender al mexicano y a la ciudad de México.
Gracias a esa fascinación y a su gusto por coleccionar, el cronista compró decenas de obras, objetos y maquetas en las que se retrataba cómo eran las florerías, tlapalerías, peleterías, mercados, entre muchos otros.
El Museo del Estanquillo mostrará por primera vez parte de la colección del escritor dedicada a los estanquillos y al comercio.
La exposición Tiendas, comercios y estanquillos aborda las costumbres, aspiraciones, deseos, frustraciones e ingenio del México del siglo XIX y XX, temas constantes en la obra literaria de Carlos Monsiváis.
Además, la muestra establece un paralelismo entre lo diverso que resultan los repertorios de una tienda, comercio o estanquillo y lo variado de las colecciones de Monsiváis que alberga el Museo del Estanquillo.
La muestra que se inaugura mañana a las 19:00 horas reúne obra de Claudio Linati, Antíoco Cruces, José Clemente Orozco, Manuel Álvarez Bravo, Nacho López, Teresa Nava, Eduardo del Río “Rius”, y Andrés Audiffred.
En conferencia de prensa Ana Catalina Valenzuela, curadora de la exposición, explicó que se exhibirán 140 piezas correspondientes a un periodo que va aproximadamente de 1830 a 1995, que reflejan el costumbrismo mexicano relacionado con el comercio establecido y callejero.
La exposición, dijo Valenzuela, surgió de la inquietud de un taxista que al entrar por primera vez al museo se sorprendió al no encontrar obras sobre los estanquillos.
“Los estanquillos son tiendas muy pequeñas que iniciaron en el siglo XIX cuando la corona española dejó de tener control sobre el comercio. La gente las montaba para abastecer a la ciudad y se fueron especializando. Estanquillo es una palabra que ya está en desuso y a partir de esta anécdota empezamos a trabajar en esta exposición”, explicó.
La intención, dijo, es recordar cómo en México existían tiendas como jarcerías, celerías, que, aunque todavía existen, prácticamente están en extinción.
“Hay negocios que están amenazados por los grandes comercios, por eso nos pareció muy interesante presentar esta muestra. Carlos Monsiváis sabía que el comercio es una forma de identidad del mexicano porque en los estanquillos no sólo se compraba, la gente también se reunía para platicar, para cantar o para comprar los periódicos pero como la gente no sabía leer el tendero leía en voz alta” explica Evelio Álvarez, subdirector del recinto.
Fotografías, estampas, caricaturas, litografías y maquetas coleccionadas a lo largo de más de cuarenta años, forman de la exposición que estará abierta al público del 26 de febrero al 9 de junio.
La selección de piezas, sostuvo Valenzuela, alude también al coleccionismo y a la manera en que el escritor compraba las obras, pues un buen número de las que se presentan fueron adquiridas directamente a los artistas o en los sábados en que recorría la Plaza del Ángel, La Lagunilla, el mercado de la colonia Portales.
Además, agregó la curadora, la museografía simula el recorrido a través de los mercados mediante obra que representa fondas, pulquerías, tiendas de artesanías, sastrerías y peluquerías.
Valenzuela indicó que si bien toda la obra expuesta tiene una gran relevancia, por ejemplo, los grabados de José Guadalupe Posada, se destacan las maquetas de Teresa Nava, una artesana poblana, que el cronista admiró.
“Monsiváis conoció su trabajo en el Museo de Culturas Populares y quedó cautivado, se dedicó a buscarla incansablemente. Alguna vez le dijeron que había muerto, pero él siguió su rastro y la encontró en Puebla. La artesana le dijo que ya no se dedicaba a hacer maquetas, pero él la convenció y la artista terminó por hacerle 130 obras a lo largo de 16 años, 44 están aquí y las otras las hemos ido mostrando en diferentes exposiciones”, contó.





