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La ópera Manon, de Jules Massenet, se estrenó en México en 1937 y se representó por última vez en 1978. Ahora, 36 años después se presentará en el Palacio de Bellas Artes los días 11,13, 16, 18 y 20 de marzo con un elenco encabezado por el tenor Arturo Chacón-Cruz y la soprano María Katzarava, dos de los cantantes mexicanos con mayor relevancia en la escena internacional, que debutan como “Des Grieux” y “Manon”, dos de los roles más exigentes del repertorio operístico.

Es probable que vuelvan a pasar muchos años más para que el público mexicano aprecie de nuevo este título francés ya que necesita una gran producción que se pueda conjugar con un importante elenco, coro, director concertador y orquesta, pues se trata de una ópera de cinco actos y seis escenas y reclama exigencia técnica.

En conferencia de prensa, el director de escena, Antonio Alagarra, explicó que esta historia basada en la novela L’ Histoire du chevalier des Grieux et de Manon Lescaut, de Abbé Prévost, narra la historia del caballero “Des Grieux” y su amante “Manon”, quien es guiada por su devoción al placer y al lujo.

Para esta producción, dijo Alagarra, será situada en los años 40, en medio de la Segunda Guerra Mundial para acercarla a la actualidad. “Es una obra muy fuerte, de una gran pasión. El caballero es el prototipo del ideal romántico, ese que busca el encuentro con el amor más allá de la razón. Mientras que ‘Manon’ es una anti heroína que busca el placer, que soslaya al amor para conseguir lo que desea”.

El tenor Ramón Vargas, director artístico de la Ópera de Bellas Artes, dijo que Manon es una ópera que se ama o se detesta, en la que debe haber un sumo cuidado en todas las áreas. “Posee una música muy difícil, está en el filo de la navaja porque se puede volver o demasiado dulzona o demasiado aburrida. Es como la cocina francesa, todo tiene que estar muy bien para que tenga la fuerza”, dijo.

En entrevista, María Katzarava comentó que siempre ha sido una soprano con tendencia al lírico. “Para mantener mi voz joven, fresca y sana fui soprano lírica ligero, pero ahora estoy por cumplir 30 y me siento lista para hacer roles más líricos y pesados, aunque no dejaré mi repertorio para mantener mi salud vocal. Me siento muy cómoda, sé que estoy lista”, dijo.

El tenor sonorense Arturo Chacón-Cruz sostuvo que hace siete años cantó uno de los cinco actos en Budapest. “Me sentí muy bien, pero decidí que todavía no era momento. Tenía 28 años cuando me lo ofrecieron, lo pensé y me retracté porque hubiera sido un error. Tenía todas las notas pero el temperamento aún era muy bronco. Ahora me siento muy cómodo”, explicó. Y añadió: “Cuando recibí esta invitación lo volví a dudar, pero lo cierto es que he hecho otros roles, así que lo intenté y salió muy bien”.

Los cantantes coincidieron que en los ensayos todo ha fluido. “Ha sido como comer pastel”, dijo Chacón.

Los cantantes han trabajado juntos en distintas ocasiones, recientemente protagonizaron Rigoletto, en León. Compartir el escenario, aseguran, les ha permitido ofrecer lo mejor de sí mismos en cada función. “Somos muy intuitivos y no somos egoístas. Es muy raro encontrar a un cantante con el que puedas compartir el escenario; acompañarse”, dijo Chacón-Cruz.

Manon será dirigida por Alain Guingal, el diseño de escenografía y vestuario están firmados por Félida Medina, y cuenta con la participación de la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes.