La fiesta de los libros se tiñó de luto
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Guadalajara.— La noticia comenzó a circular y se regó como pólvora entre los pasillos, salones y stands de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Sus amigos escritores sabían que la muerte de Vicente Leñero podría llegar en cualquier momento, pero conocer la noticia les cayó como balde de agua fría. La fiesta de los libros se tiñó de luto y los corazones de orfandad.
La noticia los agarró lejos de la casa del narrador, periodista, guionista y dramaturgo, pero al mismo tiempo los tomó muy cerca, esta ciudad fue la cuna y vio crecer al autor de Los albañiles; de aquí salió la familia hacia el barrio de San Pedro de los Pinos en el DF.
Libros suyos publicados en distintas editoriales: Joaquín Mortiz, Alfaguara, Publicaciones de Conaculta, la UNAM, fueron puestos a la vista de los lectores, pero en algunos casos apenas son dos, cinco o seis ejemplares los que están a la venta.
Sus editores le rindieron un minuto de aplausos y manifestaron su pesar por la muerte de un hombre bueno y honesto, al que le apasionaba el ajedrez y le fascinaba la conversación, el que siempre regalaba libros y prodigaba apoyo a los escritores noveles. Sus amigos Vicente Quirarte, Gonzalo Celorio, Sergio Ramírez, Pedro Ángel Palou, Paco Taibo II y Jorge F. Hernández se mostraban abatidos y al tiempo tranquilos porque dejó de sufrir.
Sin grandes aspavientos, los lectores recorrían una feria que no dio mayores muestras de duelo, el único moño negro en señal de luto fue puesto en la sala de conferencias y allí permanecerá hasta que concluya la FIL el próximo domingo, cuando al arranque del Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez le rindan un tributó póstumo al periodista que en 1997 recibió el galardón.
Lamentan pérdida
Grupo Planeta le rindió un largo aplauso en un pequeño acto que encabezó la directora general, Nubia Macías, quien lamentó la pérdida, envío condolencias a su esposa, hijas y nietos de Leñero y anunció el lanzamiento para febrero de la Biblioteca Vicente Leñero, que se integrará de obras como Los periodistas, Parábolas, Estudio Q, Todo sobre su madre, El Garabato, Redil de ovejas y Los pasos de Jorge Ibargüengoitia, entre otros.
Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara, también lamentó el deceso y dijo que “en un momento tan duro como el que vive México, una voz indispensable era sin lugar a dudas la del querido escritor, periodista, amigo, Vicente Leñero; nos faltará su voz, nos faltarán sus reportajes y su percepción inequívoca de la realidad mexicana”.
Compañeros en la Academia Mexicana de la Lengua manifestaron su amistad: “La escritura de Leñero es de una rapidez y de una contundencia heredada del periodismo, del largo trabajo con la palabra”, dijo Quirarte; “fue un gran periodista, fue un gran novelista pero también un magnífico dramaturgo y guionista”, señaló Celorio.
Paco Ignacio Taibo dijo: “La virtud de Vicente es que se negó a ponerse una etiqueta, era un escribidor, un hombre que usaba la palabra escrita para contar en diferentes técnicas narrativas”. Pedro Ángel Palou se despidió: “Se ha muerto un justo, un hombre que verdaderamente creyó en que el periodismo contribuye a cambiar la realidad, quizás más que la literatura”.