cultura@eluniversal.com.mx

ROMA.— Con la muestra Fotografía, pasión y revolución, del 1 mayo al 5 octubre, Turín rendirá homenaje a Tina Modotti, nacida en Udine, Italia, en 1896 y muerta en México en 1942, “la actriz, fotógrafa y activista italiana cuya personalidad humana, artística y política la han hecho una de las mujeres fotógrafas más celebres del mundo”, explica el catálogo de la exposición.

Patrocinada por la alcaldía de Turín y montada en el Palacio Madama, la muestra es organizada por la Fundación Museos de Turín, la Asociación cultural Cinema Zero y la Silvana Editorial.

“Siempre que las palabras ‘arte’ y ‘artístico’ son aplicadas a mi trabajo fotográfico no estoy de acuerdo… Me considero una fotógrafa y nada más. Si mis fotos se diferencian de todo lo que se hace comúnmente en este campo es precisamente porque yo no busco producir arte, sino fotografías honestas, sin distorsiones o manipulaciones”, afirma Tina Modotti en una de sus fotografía expuestas.

La muestra cubre toda la vida de Tina, como fotógrafa, modelo y musa, se lee en el catálogo el cual añade que con la misma se intenta “reconstruir tanto su extraordinaria carrera artística (fue actriz de teatro y de cine en California y posteriormente fotógrafa en el México postrevolucionario de los años 20) como su vida para nada común”.

Una serie de retratos y fotos “publicitarias”, hechas por amigos y fotógrafos de la época, cuentan a Tina Modotti mujer, mientras que otras tomadas por ella misma (Still life, de los primeros años, mujeres de Tehuantepec y otras más políticas y revolucionarias) documentan su gran calibre de fotógrafa y su permanente activismo social.

Fundamental en esta panorámica son los retratos que le hizo su compañero y famoso fotógrafo de la época, Edward Weston, pero también la búsqueda que hace Tina de soluciones a los retos que ponía la fotografía en esos años contenidas, en parte, en sus cartas —expuestas en la muestra—, a Weston, maestro y amante con el cual realizará parte de su trabajo fotográfico.

La muestra hace ver la evolución de la vida de Tina, mostrando no sólo sus primeras fotos, sus afectos familiares y amores, sino también las últimas, pocas y muchas desconocidas, tomadas por ella en Berlín, cuando “admitía su incapacidad para continuar su carrera con instrumentos técnicos demasiado modernos”. La muestra incluye portadas de revistas de 1930 y 1933.