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El Museo de la Ciudad de México se convirtió ayer por la noche en la sede de un homenaje que la Secretaría de Cultura del DF y el Fondo de Cultura Económica (FCE) le rindieron al cronista e historiador Guillermo Tovar de Teresa, fallecido en noviembre del año pasado.

En ese recinto, ubicado en el centro de esta ciudad que el investigador y defensor del patrimonio cultural amó y quiso, también se inauguró la librería número 24 del Fondo de Cultura Económica.

Un espacio de 106 metros cuadrados, que abre con una oferta de casi 20 mil volúmenes de esa casa editorial y de otros 150 sellos editoriales, con diversas temáticas pero especialmente sobre historia de la ciudad, de arte mexicano, de crónicas y viajes.

Durante el homenaje, al que asistieron familiares y amigos del autor de "La Ciudad de los Palacios. Crónica de un patrimonio perdido", así como diversas personalidades y funcionarios culturales, Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura del Distrito Federal comentó que con la apertura de esta librería, la capital mexicana empieza a pagar la deuda que tiene con quien fuera su cronista emérito, pues fue uno de los que "documentó su arquitectura, estudió su arte, transitó sus calles y acompañó por varias décadas su desarrollo cultural".

Por su parte, José Carreño Carlón, titular del FCE, destacó la memoria de aquel "generoso hombre de libros que donó a instituciones públicas los tesoros reunidos en su rica biblioteca".

Tal como lo hizo con el Archivo General de la Nación, donde se encuentra el Fondo Guillermo Tovar de Teresa, o con las fotografías de Julio Michaud, con el registro de la arquitectura civil de fines del Porfiriato, que donó a la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

En representación de la familia, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, agradeció el homenaje y la apertura de una librería con el nombre de su hermano en lo que fuera el Palacio de los Condes de Calimaya, uno de los sitios coloniales preferidos por Guillermo Tovar.

Señaló que como defensor del patrimonio cultural, su hermano libró varias batallas por cuidar esta ciudad y por ello encausó movimientos dignos de ser recordados.

Su labor como historiador y guardián del patrimonio histórico, artístico y cultural también fueron evocados por tres de sus más cercanos amigos y especialistas en campos afines a Guillermo Tovar: la historiadora Cristina Gómez Álvarez, quien trabajó en diversas investigaciones con el cronista; Luis Ignacio Sáinz, y el poeta Homero Aridjis, quien aprovechó su intervención para proponer que la biblioteca personal de Tovar de Teresa se convierta en un centro de investigación sobre la historia de México.

"Ese acervo que formó durante toda su vida debe salvarse y encontrar un lugar donde la gente pueda consultarlo y ser un punto de referencia para el estudio de la historia de México, sobre todo de la historia de nuestra ciudad", dijo.