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García Márquez sale del hospital; convalecerá en casa

Alida Piñón y Yanet Aguilar| El Universal
Miércoles 09 de abril de 2014

Cerca de las cuatro de la tarde, las rejas de la puerta siete del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubiran" se abrieron para dar salida a una ambulancia de cuidados intensivos. En tanto, en casa del Nobel de Literatura, se realizaban los preparativos para recibirlo. Patricia Juárez / EL UNIVERSAL

Desde la mañana, al domicilio del autor de 87 años fueron llegando materiales médicos que daban no sólo certeza sobre su alta hospitalaria, sino de un periodo de convalecencia. Antes del mediodía ya habían ingresado una cama hospitalaria, tanques de oxígeno y una máquina para rellenar éstos. AP

Las medidas preventivas que dispuso la Secretaria de Seguridad Pública del DF y la delegación Álvaro Obregón, con cerca de 10 elementos, fueron rebasadas por camarógrafos y fotógrafos que intentaron mirar detrás de los cristales de la ambulancia. Patricia Juárez / EL UNIVERSAL

Allí comenzó el forcejeo. La ambulancia no cupo en la entrada de la casa de "Gabo" y tuvieron que bajarlo a unos centímetros de las cámaras de los medios de comunicación; hubo manotazos de la policía contra las cámaras. Reuters

A las 19:08 ingresó el geriatra Emilio García con una bata blanca con las iniciales INNSZ; él se negó a dar declaraciones "hasta que no lo autoricen los familiares no puedo dar ninguna información", dijo el médico ante la pregunta de cómo entender que "Gabo" ha sido trasladado a su casa para continuar su convalecencia. Patricia Juárez / EL UNIVERSAL

Garca Mrquez sale del hospital; convalecer en casa

INGRESO. La ambulancia de cuidados intensivos no cupo en la cochera de la casa del Nobel, donde era esperado por fotógrafos, camarógrafos y reporteros. (Foto: BERNARDO MONTOYA / REUTERS )

Fue trasladado en medio de un operativo. La familia pide respeto y privacía

cultura@eluniversal.com.mx

Cerca de las cuatro de la tarde, las rejas de la puerta siete del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubiran” se abrieron para dar salida a una ambulancia de cuidados intensivos. Prendió la sirena y emprendió camino hacia el Pedregal de San Ángel perseguida por motocicletas con camarógrafos. Era un hecho, Gabriel García Márquez había dejado el edificio.

Inmediatamente, una representante de Comunicación Social del hospital, Jaqueline Pineda, salió para indicar a la prensa que, a nombre del Instituto, informaba que el Nobel de Literatura era dado de alta, pero su estado de salud “para un persona de su edad, es delicado, por lo que convalecerá en su casa”. El comunicado fue escueto, conciso. Institucionalmente no habría más información.

A las 16:08 Gabriel García Márquez estaba por fin en casa. Desde la mañana, al domicilio del autor de 87 años fueron llegando materiales médicos que daban no sólo certeza sobre su alta hospitalaria, sino de un periodo de convalecencia. Antes del mediodía ya habían ingresado una cama hospitalaria, tanques de oxígeno y una máquina para rellenar éstos; incluso había llegado un arreglo de rosas amarillas enviado por Miguel Alemán.

Ocho días estuvo internado el Premio Nobel de Literatura debido a un cuadro de deshidratación, infección pulmonar y de vías respiratorias. El pasado jueves, la prensa nacional y extranjera supo del internamiento del escritor colombiano, desde entonces Gonzalo García Barcha, hijo del autor, y el chofer de la familia, Genovevo Quiroz, informaban sobre la salud del autor.

Aunque renuente, García Barcha siempre sostuvo que su padre se encontraba “bien”, pero permanecía hospitalizado porque debía concluir con el tratamiento a base de antibióticos. El hermetismo comenzó el lunes, cuando el hijo del escritor y el chofer no ofrecieron más detalles, sólo reiteraban que ayer estaba prevista su alta.

Mientras las sirenas aún se escuchaban, la enfermera Martha Jiménez charló con los reporteros. “Estaba muy tranquilo, permaneció en un área de cuidados especiales, siempre estuvo acompañado de su hijo, se le veía bien”.

Antes del alta del escritor, García Barcha indicó a EL UNIVERSAL: “Son los medios los que están especulando sobre la enfermedad de mi papá, he sido muy claro con ustedes, él está bien. Nosotros hemos tratado de mantenerlos al tanto, pero las especulaciones no las puedo controlar, lo único que puedo reiterar es que mi padre sale hoy en el transcurso del día”.

Complicado regreso a casa

Las medidas preventivas que dispuso la Secretaria de Seguridad Pública del DF y la delegación Álvaro Obregón, con cerca de 10 elementos, fueron rebasadas por camarógrafos y fotógrafos que intentaron mirar detrás de los cristales de la ambulancia perteneciente a la empresa Vidamed, en la que el escritor abandonó el hospital a las 15:47 horas.

Los policías y demás gente de seguridad que arribaron al domicilio del narrador nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia, intentaron cubrir la camilla donde era bajado de la ambulancia el escritor, aunque él iba totalmente cubierto por una sábana. Allí comenzó el forcejeo. La ambulancia no cupo en la entrada de la casa de “Gabo” y tuvieron que bajarlo a unos centímetros de las cámaras de los medios de comunicación; hubo manotazos de la policía contra las cámaras, gritos de: “¡Respeto, respeto, esta es una propiedad privada. Ya. Ya!”

A los pocos minutos, García Barcha, junto con policías, levantaban una sábana blanca para cubrir cualquier imagen de un “Gabo” convaleciente. Aunque antes de la llegada del escritor la familia había prometido hacer una declaración, hasta el cierre de esta edición no hubo tal.

A las 19:08 ingresó el geriatra Emilio García con una bata blanca con las iniciales INNSZ; él se negó a dar declaraciones “hasta que no lo autoricen los familiares no puedo dar ninguna información”, dijo el médico ante la pregunta de cómo entender que “Gabo” ha sido trasladado a su casa para continuar su convalecencia.



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