cultura@eluniversal.com.mx  

Fráncfort. —En un escenario se debate sobre el libro en tres dimensiones, un premio Nobel conversa en un pasillo con un autor autoeditado y de fondo llega la música de un tango finlandés mientras agentes de todo el mundo compran y venden derechos de los libros que marcarán el paisaje literario de los próximos meses.

Es la explosión de estímulos que durante cinco días (del 8 al 12 de octubre) convierte a la Feria del Libro de Fráncfort en la usina de pensamiento, negocios y encuentros en torno al libro más potente del planeta.

Esta edición de la feria tiene como lema “Capital mundial de las ideas” y a Finlandia como país invitado de honor. Cerca de 300 mil visitantes se acercarán al enorme predio a orillas del río Meno para participar en tres mil 500 actos y ver a un millar de autores, como la premio Nobel alemana Hertha Müller, el británico Ken Follet o el italiano Alessandro Baricco.

Los aproximadamente 7 mil expositores provienen de más de un centenar de países, desde los hispanohablantes como España, México y Argentina, pasando por el debut de un stand centroamericano y el avance de los asiáticos hasta representantes de países en conflicto, como lo son Siria, Afganistán o Ucrania.

Pero la feria del libro más grande del mundo no es sólo el centro de comercialización de derechos preferido de los agentes. También funciona como termómetro de la actualidad editorial y referencia de temas candentes en uno de los sectores más sacudidos por la revolución tecnológica. “No queremos ir por detrás del debate. Queremos determinarlo”, asegura su director Jürgen Boos.

El programa de conferencias incluye a expertos debatiendo cuestiones que definirán cómo se leerá en el futuro: la fusión de lo impreso y lo digital, el uso de tecnologías 3D y realidad aumentada en libros infantiles, el desafío de las “megaciudades” o el reto de hacer visible un título en librerías online como Amazon. Dedica halls enteros a dos tendencias centrales del paisaje editorial: el “boom” de la autoedición y el libro educativo como formador de futuros lectores.

Con el lema “Finlandia. Cool”, el país nórdico se presenta con un pabellón inspirado en su paisaje gélido, ideal para una cultura lectora.