Fallece el escritor Federico Campbell
Video. Fue internado en la ciudad de México el pasado 31 de enero por un cuadro de neumonía; días más tarde, su hijo, el periodista Federico Campbell Peña, informó que contrajo el virus AH1N1
PROLÍFICO. Autor de novela, cuento y ensayo, el escritor Federico Campbell dejó en la imprenta las obras: La máquina de escribir y La era de la criminalidad. Fue amigo de Juan Rulfo y un gran conocedor de su obra. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
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Los amigos del escritor Federico Campbell se sorprendieron al enterarse de que había sido internado en un hospital y que su condición era grave. Lo recordaban contento, entre otras cosas, porque acababa de ser nombrado presidente honorario de la Feria del Libro de Tijuana, su ciudad natal. La salud del escritor estuvo en vilo durante 15 días. Ayer, a los 72 años de edad, murió a las 16:20 horas a causa de un derrame cerebral masivo.
La noticia corrió como pólvora en las redes sociales, había fallecido el escritor y el periodista que brindó un rostro sobre la frontera y sobre Tijuana.
“Estará mejor que nosotros, ‘los vivos’”, escribió en cuenta de Twitter Guillermo Fadanelli. “Siempre guardaré su sonrisa y el afecto inteligente de Federico Campbell”, tuiteó Alberto Ruy Sánchez.
Su hijo, Federico Campbell Peña, atendió el teléfono con cortesía. “Sí, mi padre falleció. Será velado en el Panteón Francés de San Joaquín a partir de mañana a las 10 horas (de hoy). Agradezco todas las manifestaciones de cariño hacia mi padre y hacia mi familia, han sido todos muy generosos”, dijo a EL UNIVERSAL.
En Facebook y Twitter crecieron las condolencias de periodistas, escritores y lectores, que durante los últimos días deseaban su pronta recuperación. “Estoy seguro de que dará la batalla”, escribió el guionista Guillermo Arriaga hace unos días.
La batalla la dio, según lo fue reportando Campbell Peña durante los últimos días. Todo empezó con malestares en las vías respiratorias a finales de enero pasado hasta que fue internado el 31 de ese mes por neumonía. El 5 de febrero se informó que el escritor contrajo el virus A H1N1, que fue tratado según el protocolo, pero las complicaciones mermaron su salud, insuficiencia renal y problemas cardiacos.
Ayer, por la tarde, se reportó el derrame cerebral y fuentes cercanas a la familia informaron que se trataba de muerte cerebral. Horas más tarde se dio aviso de que se decidió desconectarlo del equipo que lo mantenía con respiración artificial.
Campbell fue autor de textos como La memoria de Sciascia (FCE, 1989), La invención del poder (Aguilar 1994) y Máscara negra (Joaquín Mortiz, 1995) entre otros títulos, y tradujo a Harold Pinter, David Mamet y a Leonardo Sciascia.
Federico Campbell fue ganador del Premio de Narrativa Colima, otorgado por el INBA y la Universidad de Colima, en noviembre de 2000, por su novela Transpeninsular. Nació el 1 de julio en 1941, en Tijuana, Baja California, y a su trabajo como novelista y ensayista, antecedió estudios de Derecho, Filosofía y Letras en la UNAM y periodismo en Macalester College, en Saint Paul, Minnesota, en 1967.
Fue corresponsal en Washington de la Agencia Mexicana de Noticias; fundador de la editorial La Máquina de Escribir, nombrado Creador Emérito de Baja California 2009 por el Gobierno del Estado, y un activo conferencista, quien apenas el viernes 24 de enero en el Centro Cultural Tijuana (Cecut) ofreció una conferencia magistral sobre la vida y obre de Juan Rulfo. El 27 fue nombrado presidente honorario de la XXXII Feria del Libro de Tijuana, en el palacio municipal.
Reconocido cuentista, novelista, ensayista y entrevistador, entre cuyos textos de entrevista figura el célebre Conversaciones con escritores, Conaculta, Sello Bermejo, Campbell obtuvo en 1995 la beca J. S. Guggenheim y en 1999 participó del Sistema Nacional de Creadores.
El primero de febrero, la prensa tijuanense reportaba que para Campbell la muerte de José Emilio Pacheco fue pesarosa porque no sólo había perdido a un gran amigo y el país a un gran poeta, sino que había muerto un vecino de su barrio, y señalaba que se sabía de memoria algunos poemas suyos como De algún tiempo a esta parte. Agregaba que Pacheco, aparte de poeta era muy perfeccionista y lo extrañaría.