El encuentro Camarena-Abbado
TENOR MEXICANO. Fue dirigido por el músico milanés en dos conciertos en 2012 . (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
Cuando el tenor mexicano Javier Camarena vio llegar a Claudio Abbado al primer ensayo del concierto que la Orquesta Mozart preparó en 2012 a favor de los damnificados por el terremoto en la región de Emilia Romagna, Italia, vio cumplido un sueño imposible desde su juventud: compartir el escenario con el maestro Abbado y actuar bajo esa batuta enérgica, sobria y de gran espiritualidad.
Claudio Abbado había contactado al agente de Camarena para invitar al cantante mexicano. “Entre lo poco que pudimos platicar me felicitó por mi trabajo, me dijo que veía como me esforzaba por seguirlo en la batuta; me lo dijo no porque yo estuviera haciendo un gran esfuerzo sino porque él exigía mucho”.
Ese concierto destinado a recaudar fondos y un segundo recital en Salzburgo con un programa integrado por la Misa en Mi Bemol Mayor de Schubert y la Waisenhausmesse de Mozart, le dieron a Camarena la experiencia más hermosa de su vida: “Conozco a grandes cantantes que no tuvieron este chance y lamentan no haber podido trabajar con él, yo agradezco a la vida y me siento muy afortunado de compartir el escenario con el maestro Claudio Abbado”.
De ese concierto queda un DVD grabado en Salzburgo, de esa experiencia que marcó a Camarena queda una enseñanza espiritual: “El maestro Abbado era muy reservado, muy discreto; su dirección y su batuta también eran muy discretas, no hacía los grandes aspavientos ni los grandes gestos, no se despeinaba para nada, pero se notaba que entregaba parte de sí, de su espíritu, de su corazón en la música que él creaba”, señala el tenor desde Suiza. (Yanet Aguilar)