El cine sueco atraviesa por un gran momento
MEXICANO. David Pablos compite en el Festival de Cine con La vida después . (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
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GOTEMBURGO, Suecia.— Una de las principales consecuencias que, al llegar a su 37 edición, ha tenido el Festival Internacional de Cine de Gotemburgo es que ha colaborado en el crecimiento de la audiencia de cine sueco en las salas nacionales, expresó Marit Kapla, su directora artística desde 2008.
En un desayuno con los periodistas internacionales invitados, Kapla aseguró que en la actualidad cerca de 20% de las películas que se exhiben en las salas nacionales son de producción sueca.
Por otro lado, Kapla presume que, en el apartado de películas documentales, el cine sueco está conociendo un momento de globalización, pues se están tratando temas que no tienen que ver con el propio país, sino con dinámicas sociales de culturas distantes, como ocurre en la película ganadora del Oscar al mejor documental el año pasado, Buscando a Sugarman, dirigida por el sueco Malik Bendjelloul, sobre el cantante estadounidense Rodriguez y su éxito en Sudáfrica durante los años 70 y 80 del siglo pasado.
Kapla aprovechó la oportunidad para destacar la importancia de que el Festival, que se realiza con fondos públicos (de la ciudad y la provincia) y privados, dedique su “enfoque”, como se le llama aquí al país invitado, a Rusia, en lo que sería una manera de apoyar la lucha por los derechos humanos y la democracia que colectivos como Pussy Riot están llevando frente al gobierno de Vladimir Putin. Además de las películas de producción rusa reciente que se están exhibiendo (entre las que hay creaciones de cineastas de varias generaciones, como Alexei German, nacido en 1938, o Natalia Mesyaninova, de 1982), el Festival incluye la participación de Andrei Zviaguintsev, el director del filme Elena, quien participa con un seminario sobre su trabajo como cineasta.
Premio Ingmar Bergman
Por otro lado, Marit Kapla abundó sobre el premio Ingmar Bergman al mejor debut internacional al director de una película con temática existencialista y enfoque cinematográfico “experimental o dinámica”, iniciativa que involucró al propio Bergman, quien fungió como director honorario del festival de 1994 hasta su muerte en 2007. Este año participan jóvenes cineastas de Argelia, Japón, Francia, Eslovenia, Bulgaria, Italia y el Reino Unido, además del mexicano David Pablos con La vida después.
El triunfador ganará la invitación a participar en la Semana Bergman 2014, organizada por el Centro Bergman que presenta cada año en la isla de Faro, en el mar Báltico, un programa de estrenos, seminarios, actividades teatrales y conciertos. Cia Edström, gerente de Nordic Film Market, por su parte, mencionó cómo el festival de Gotemburgo ha tenido un enfoque supranacional, abarcando toda la región de Escandinavia. Su justificación se deriva del hecho de que aunque el cine sueco tiene interés entre los asistentes a las salas, el cine de otros países nórdicos no cuenta con el mismo atractivo a lo largo del año; así, esta es la oportunidad de apreciar a lo largo de los 11 días que dura el festival películas de Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia.
Paralelamente a las proyecciones para todo público, Edström cuenta sobre la sección Nordic Film Market, con presentaciones de filmes que van dirigidas exclusivamente a distribuidores, agentes de ventas, productores y representantes de festivales y la industria cinematográfica internacional.
En esta sección se exhiben cortometrajes, documentales y filmes de ficción, así como obras en progreso, e incluye un seminario, titulado “Nostradamus, looking ahead”, dedicado a analizar el futuro de los modelos de negocios y los comportamientos de la audiencia.
Uno de los principales rasgos del festival de cine de Gotemburgo consiste en que, a la par de la proyección de cerca de 500 películas de 80 países en diferentes sedes en la ciudad, considera al cine no sólo como una manifestación cultural sino también como una industria. Por eso, también se hallan presentes durante el festival representantes de comisiones fílmicas de Escandinavia, como Ingrid Rudefors, comisionada para la región Estocolmo-Malardalen, y Mikael Svensson, encargado de la región Copenhague y el sur de Suecia. Ellos explican en una conversación que una manera de consolidar la industria cinematográfica nacional es consiguiendo que producciones de otros países elijan Suecia como sitio para locaciones.
Así, la actual nominada al Oscar para mejor película extranjera, La caza, del danés Thomas Vintenberg, fue filmada íntegramente en Suecia, igual que La chica del dragón dorado de David Fincher.