ana.pinon@eluniversal.com.mx  

El Ballet de Zürich, una de las compañías más prestigiosas de Europa, viene por primera vez a nuestro país para presentar su versión coreográfica de un clásico de la literatura alemana, Woyzeck, de George Büchner, que fue escrita en el siglo XIX.

En conferencia de prensa vía telefónica desde Zürich, el director de la compañía, Christian Spuck, explicó que la obra fue estrenada con el Ballet Nacional de Oslo en 2011, pero que en México ofrecerá una versión renovada de ese montaje.

Woyzeck es la segunda pieza de Spuck basada en la obra de Büchner, la anterior fue Leonce y Lena, estrenada en 2008, por lo que ahora, de acuerdo con la crítica, Spuck confirma su particular interés por la narración. Aunque en este caso el coreógrafo ha tenido que afrontar el reto de presentar una obra basada en un texto inacabado, pues Büchner falleció a los 23 años en Zürich en 1837 sin darle punto final a la historia que narra el trágico amor entre Woyzeck y Marie.

Sobre la obra, Spuck explicó: “Es una historia dramática, narra la historia de un joven soldado sin dinero, con una vida muy inestable no sólo por su situación financiera sino también por su personalidad. Esta situación lo vuelve muy vulnerable ante su entorno, las personas suelen burlarse de él o lo utilizan para sacar un beneficio propio”.

Añadió: “Woyzeck se enamora perdidamente de Marie, tienen un hijo fuera del matrimonio, el muchacho siente que esta relación es lo único valioso que tiene. Sin embargo, Marie lo engaña con un hombre adinerado y la asesina”.

De acuerdo con el director de la compañía, la tragedia de este amor simboliza la liberación de Woyzeck, la descarga de su ira no es sólo contra su mujer sino también contra la sociedad que lo había despreciado.

“Ha sido muy interesante analizar si el asesinato es sólo una reacción amorosa ante la traición o una crítica a la sociedad corrupta y dura en la que vivía el autor”, dijo.

El coreógrafo agregó que en los últimos tres años ha refinado su acercamiento a la obra, ahora se centra más en la parte narrativa y ha requerido una mayor fuerza dramática e interpretativa de los bailarines. “Es una obra de teatro y la primera vez que supe de ella fue justamente en un montaje hace siete años y quedé perplejo ante la historia, me quitó el aliento y no pude liberarme de ese sentimiento. Ahora, lo que yo quería era contar esa historia, crear una aldea del siglo XIX, con muchos elementos en vivo, como la lluvia; porque para nosotros es muy importante transmitir un mensaje al público no sólo a través del movimiento sino también de todos los elementos que componen la obra, escenografía, vestuario, música, iluminación”, explicó.

Woyzeck cuenta con música de Martin Donner, Philip Glass, Györg Kurtág y Alfred Schnittke. El Ballet de Zürich se presenta el 3 y 4 de septiembre a las 20:30 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.