Poema. De "El reposo del fuego"
POÉTICA. El reposo del fuego fue escrito entre 1963-1964. Fue dedicado a Patricia Llosa y Mario Vargas Llosa, y a la memoria de Luis Cernuda. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
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Conozco la locura y no
la santidad:
la perfección terrible de estar muerto.
Pero los sordos, imperiosos ritmos,
los latidos secretos del desastre,
arden en la extensión de mansedumbre
que es la noche de México.
Y los sauces,
y las rosas sedientas y las palmas,
funerarios cipreses ya sin agua,
son veredas de cardo, son los yermos
de la serpiente árida habitante
en comarcas de fango, esas cavernas
donde el águila real bate las alas
en confusión de bóvedas, reptante
por la noche de México.
Ojos, ojos,
cuántos ojos de cólera mirándonos
en la noche de México, en la furia
animal, devorante de la hoguera:
la pira funeraria que en las noches
consume a la ciudad.
Y al día siguiente
sólo vestigios ya.
Ni amor ni nada:
tan sólo ojos de cólera mirándonos.