Los vestigios de la ciudad romana de Pompeya, desaparecida bajo las cenizas del Vesubio en el año 79 y redescubierta en 1748, sufren nuevos embates, pero esta vez de parte de la actividad humana.

A un kilómetro de la zona arqueológica, donde se construye un centro comercial, se han encontrando vestigios de la época romana, como un taller romano, un horno y monumentos funerarios. Sin embargo, de acuerdo con el semanario italiano L'Espresso, los vestigios de la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 están siendo sepultados o destruidos por las construcciones que abarcan ocho mil metros cuadrados.

De acuerdo con el portal español El País, autoridades del municipio de Nápoles, Torre Annunziata, donde se ubica la zona, permitieron la construcción del centro comercial a una sociedad cuyo capital social era de solo 10 mil euros.

Pero, de acuerdo con el actual jefe de la Policía de Nápoles, Alessandro Pansa, su verdadero poder procedía de sus buenas relaciones con la mafia. Según el medio, este vínculo fue la razón de que los políticos dieran siempre el visto bueno a las obras.

Cada vez que el arqueólogo Carlo Avvisati advertía de que bajo las obras se producían "descubrimientos excepcionales", la noticia muría enseguida, "misteriosamente".

En la zona, que no está protegida, se han hallado vestigios de un barrio suburbano de Pompeya.