Celebran la vida y la obra de Revueltas
DISCUSIÓN. Mesa redonda en el Homenaje Nacional; de izquierda a derecha, Javier Aranda, Jaime Labastida, José Carreño y Eduardo Lizalde. (Foto: CARLOS MEJÍA / EL UNIVERSAL )
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
La conclusión casi fue unánime: tuvieron que pasar 100 años de su nacimiento para que muchos reconocieran a José Revueltas como uno de los grandes escritores del siglo XX. Justo ayer, en el día del centenario de su nacimiento, amigos, lectores y funcionarios destacaron la calidad literaria del autor de El apando, Los días terrenales y Los muros de agua, un hombre al que calificaron de “militante permanente”, “una de las tres piedras angulares de la creación del siglo XX”, junto con Octavio Paz y Efraín Huerta, “esteta radical”, “revolucionario sin concesiones”, “Autor canónico de la literatura mexicana”.
En el arranque del Homenaje Nacional en el Centenario del Nacimiento de José Revueltas, organizado por el Estado Mexicano, con mesas de análisis de su obra, lecturas, escenificaciones, ciclos de cine y un amplio programa editorial que al mismo Revueltas hubiera sorprendido, admiradores y estudiosos de su obra como Jaime Labastida, Gerardo Estrada, Eduardo Lizalde, Álvaro Ruiz Abreu y José Carreño Carlón celebraron su vida, su obra, su crítica intransigente y su buena literatura.
Reunidos en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes, Jaime Labastida dijo que la vida entera de Revueltas y su obra giran sobre dos ejes distintos y a la vez simultáneos: la literatura y la revolución, la escritura y la militancia política, y en otros términos, la teoría y la acción. “Yo no puedo deslindar la una de la otra”, afirmó el poeta y ensayista que conoció a José Revueltas a mediados de 1959 cuando éste había sido expulsado por segunda vez del Partido Comunista.
En su participación, Labastida dijo que la obra y existencia de Revueltas se desarrollan en los linderos precisos de un profundo cambio en la vida política y literaria de México. “Revueltas era un hombre complejo y contradictorio. Al paso de los años Revueltas ha sido convertido en un icono, una especie de santo laico, y se le dibuja como si fuera un hombre puro, intransigente, el incansable luchador por la democracia, la libertad personal y el socialismo, como si hubiera sido una suerte de asceta, casi un pordiosero”, pero dijo que al Revueltas que él trató no coincide con esa imagen.
Luego de plantear su discrepancia con esa imagen que se ha mostrado de un Revueltas que no tenía ni para comprarse un pantalón, Labastida enfatizó: “Revueltas es un relámpago oscuro a mitad de una fiesta, un pedernal de obsidiana en un día luminoso, rasgos intensamente críticos, amargos nacen de sus narraciones y de sus ensayos políticos; son impertinentes, dolorosos, atípicos, dos de esos ensayos eran sin duda severos, críticos: México una democracia bárbara y Enseñanzas de una derrota”.
En la primera de dos mesas redondas celebradas en honor del escritor, dramaturgo, guionista, ensayista y luchador social, Gerardo Estrada aseguró que Revueltas tuvo siempre el valor de disentir y ejercer la más dura crítica contra la ortodoxia, fuera gubernamental o del propio Partido Comunista, y dijo que Revueltas decidió no callar pues sus convicciones iban más allá de toda coyuntura. “Revueltas se hizo preguntas filosóficas que el marxismo no puede contestar salvo con lugares comunes… La vida de Revueltas y su obra son hoy por hoy una de las mayores y mejores críticas al sueño utópico que significó la lucha por el socialismo en el siglo XX, pero al mismo tiempo una muestra de que la mayoría de los miles de hombres y mujeres que lucharon por esas causas eran entre nosotros seguramente los mejores”.
Antes de que Eduardo Lizalde señalara que la figura de José Revueltas no era muy bien vista, el presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, destacó el amplio programa celebratorio en torno a Revueltas que hoy incluyó una segunda mesa con la participación de Evodio Escalante y Edith Negrín, pero que continuará con varias actividades, entre ellas el estreno mundial de una obra escrita ex profeso por el compositor Dimitri Dudin.
Por su parte, Rosa Beltrán calificó a Revueltas como “nuestro autor del lado oscuro, es el autor del monstruo que nos habita”. Destacó que aunque su obra es ambigua y compleja, está lejos de lo que en su época se llamó literatura de compromiso, y que es mucho más que eso “se trata de una prosa con un manejo magistral del lenguaje, que abreva de autores centrados en explorar las contradicciones del ser”.