El Comité sobre el Patrimonio Mundial de la UNESCO se reúne a partir del domingo en la capital de Qatar, Doha, para decidir qué nuevos lugares entran a formar parte de su listado.

Hasta el 25 de junio, el comité de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura examinará candidaturas como la de la ciudad maya de Calakmul (como bien mixto, cultural y natural); la catedral de Jaén (España), así como el paisaje cultural del Valle Salado de Añana (España) o la red vial incaica Qhapaq Ñan, (que atraviesa Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú), entre otras propuestas.

La antigua ciudad maya de Calakmul representa la columna vertebral ecológica de la península de Yucatán. Abarca una superficie de 723 mil 185.12 hectáreas, lo que es equivalente a 12.8% del territorio de Campeche.

Esta zona fue declarada Reserva de la Biosfera de Calakmul por el gobierno mexicano desde 1989, debido a su riqueza de flora y fauna, y fue inscrita por la UNESCO en 2002 como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El INAH, a través de la Dirección de Patrimonio Mundial y la Coordinación Nacional de Arqueología, ha trabajado en colaboración con Semarnat, a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, y el gobierno de Campeche para lograr que la UNESCO otorgue la inscripción como Bien Mixto, es decir, como bien natural y cultural al sur de la biósfera de Calakmul, en la Lista del Patrimonio Mundial.

Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH, ha dicho que la Reserva cuenta con una declaratoria federal como Área Natural Protegida, y que ahora se busca que los 48 sitios arqueológicos asentados en la región, sumados al factor natural del sur de Calakmul, sean protegidos con la declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La historia del lugar

Calakmul es considerada “superpotencia”, enemiga del poder de su par, la gran Tikal, con la que se disputó la hegemonía del área maya central durante el periodo Clásico.

Esta zona reporta el mayor número de estelas de la región, en total 117, y en ella han encontrado un gran número de tumbas; entre los contextos funerarios recuperados se han registrado vasijas y elementos diversos de la indumentaria de los funcionarios inhumanos (máscaras, pectorales, orejeras y collares de jadeíta, piezas de concha y caracol, de obsidiana y de estuco).

La superficie de la plaza de Calakmul representa el mar primordial y los basamentos piramidales, las montañas sagradas donde moraban los ancestros y deidades.

Las estelas sembradas al pie de las montañas simbolizaban árboles de la vida entre los cuales el gobernante fungía como “axis mundi”. Las escalinatas que bajaban de las cimas de las montañas sagradas formaban caminos entre el mundo de los seres humanos y el del otro mundo, accesibles a través de espacios arquitectónicos diseñados con arreglos simbólicos que santificaban toda actividad desarrollada en sus interiores. Los espacios sagrados no se utilizaban solamente en ceremonias religiosas, sino también en las políticas, ya que estas siempre están relacionadas. (David Yautentzi y agencias).