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Entrevista. "No esperaba nada de la carrera literaria, sólo publicar"

Yanet Aguilar Sosa| El Universal
Miércoles 08 de octubre de 2014

Álvaro Enrigue se llevó el Premio Elena Poniatowska por su novela "Muerte súbita" que, platica en entrevista el autor, nació con suerte. Cortesía Hay Festival Xalapa

La historia, que plantea el desencanto de un narrador ante el mundo contemporáneo, se hizo acreedora al Premio Herralde de Novela y al Ciutat de Barcelona de Literatura en Castellano. Cortesía Hay Festival Xalapa

El colaborador de EL UNIVERSAL escribió en su cuenta de Twitter: "Sólo informar que hoy me cagó un pájaro en el hombro izquierdo. La superstición queda comprobada", al enterarse de la noticia de la nueva distinción. Sáshenka Gutiérrez/Archivo EFE

Durante la entrevista, Enrigue habla de supersticiones y del orgullo de recibir un premio que la da su ciudad, algo "conmovedor", expresa. Pedro Mera/Archivo EL UNIVERSAL

El autor habló de su desencanto ante el mundo contemporáneo, ante la violencia que azota a México y por los estudiantes desaparecidos y los cuerpos mutilados y calcinados hallados en fosas clandestinas de Iguala, Guerrero. Sáshenka Gutiérrez/Archivo EFE

"Fallamos como sociedad. Estamos haciendo algo muy mal y yo creo que tiene que ver con una cultura de la violencia verbal y la violencia física en todos los aspectos de la sociedad mexicana", dice al respecto del contexto nacional.

<b>Entrevista.</b>

El autor habla de supersticiones, del orgullo de recibir un premio que la da su ciudad y del desencanto que tiene ante el mundo contemporáneo. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )

El escritor ganó el Premio de Novela Elena Poniatowska, que concede el gobierno de la ciudad de México, por "Muerte súbita". La entrega será en el marco de la FIL de Zócalo

yanet.aguilar@eluniversal.com.mx

Álvaro Enrigue acepta que Muerte súbita nació ganadora. En 2013 esa historia situada en el siglo XVI, que plantea el desencanto de un narrador ante el mundo contemporáneo, se hizo acreedora al Premio Herralde de Novela, uno de los galardones más importantes en habla hispana; luego le llegó el Premio Ciutat de Barcelona de Literatura en Castellano. Y ayer fue anunciada como la triunfadora del Premio Iberoaméricano de Novela Elena Poniatowska. La noticia se la dio en Nueva York la escritora Ana Clavel, ganadora del año pasado.

Luego de la llamada, el escritor y colaborador de EL UNIVERSAL escribió en su cuenta de Twitter: “Sólo informar que hoy me cagó un pájaro en el hombro izquierdo. La superstición queda comprobada”. En entrevista desde Nueva York, donde radica, Enrigue habla de supersticiones, del orgullo de recibir un premio que la da su ciudad; refrenda su desencanto ante el mundo contemporáneo, ante la violencia que azota a México y por los estudiantes desaparecidos y los cuerpos mutilados y calcinados hallados en fosas clandestinas de Iguala, Guerrero.

¿Muerte súbita es una novela con buena estrella?

Es el premio que da mi ciudad, es una novela en cuyo corazón está el momento en que el mundo se vuelve global gracias a la caída de la ciudad de México, que es la ciudad que ha sido gobierno durante más tiempo en la historia de América, y que esa ciudad reconozca con un premio a la novela no me podría hacer más feliz. Ganar el premio en Barcelona era lindísimo porque es la ciudad de mi madre, pero un premio que da la ciudad de México es simplemente conmovedor.

¿Eres supersticioso? En tu cuenta de Twitter escribiste: “Sólo informar que hoy me cagó un pájaro en el hombro izquierdo. La superstición queda comprobada.”

Qué me haya cagado un pájaro es de la mejor suerte del mundo, está demostradísimo. Es una vieja superstición mexicana. Di mis clases de la mañana, me fui a casa a almorzar y en el camino me hizo caca un pájaro, entonces supe del premio. Entonces hay pruebas científicas que es de buena suerte.

¿Qué tan supersticioso eres?

Soy supersticiocisísimo. La escritura depende de mecanismos tan frágiles que uno se va llenado de rituales absurdos y rituales inverosímiles, más los que heredadas, las tradicionales, las de los gatos, las escaleras, la caca de pájaro. Etcétera.

¿Te levantas con el pie derecho?

Duermo del lado derecho de la cama, entonces yo creo que sí. Pero tampoco estoy muy consciente, me levanto a las seis y media a hacer desayuno, preparar lonch, tengo una vida muy agitada, tengo muchísimo trabajo.

¿Esperabas la buena suerte de la novela?

Al contrario, la novela está escrita con una libertad absoluta. Mis últimos libros la crítica los había apaleado sin misericordia, yo la verdad es que no esperaba nada de la carrera literaria salvo seguir pudiendo publicar y probablemente de ahí venga la libertad con la que escribí Muerte súbita. Octavio Paz tenía razón, los premios son una casualidad afortunada; es decir, mañana mi despertador va a sonar a las 6:30, mis alumnos de gramática me van a estar esperando con sus tareas hechas, hoy no voy a llegar a casa a ser un escritor. La vida no cambia en lo más mínimo, salvo por esta cosita feliz de un reconocimiento a tu trabajo que en el caso de un escritor es un trabajo de años.

La novela habla sobre el desencanto ¿qué más desencanto que estos últimos días en México?

Es una novela sobre decapitaciones; pienso a mi narrador como una vitrina de la violencia mexicana desde Nueva York e investigando parte de la modernidad que tiene esta cosa de la ultra violencia con la que inventamos el mundo globalizado del que somos en buena medida víctimas también.

¿Qué piensas sobre las noticias en Iguala, los estudiantes, las fosas?

Que fallamos como sociedad. Evidentemente estamos haciendo algo muy mal y yo creo que tiene que ver con una cultura de la violencia verbal y la violencia física en todos los aspectos de la sociedad mexicana, esto es insoportable, pero también es insoportable la maldad contra los animales en México, el bullyng en las escuelas mexicanas, la violencia en las familias; está en nuestra sopa y tenemos que aprender a sacarlo de allí, yo no sé cómo pero hay que, definitivamente, cambiar el punto de vista y trabajar con verdadera seriedad en la prevención de la violencia. El país completo necesita un ciclo de terapias, de reaprender a comportarse; no es que sea sólo una violencia venida del Estado, es una violencia venida de la sociedad civil, ni siquiera tenemos ese pretexto de que somos víctimas, hay una complicidad entre toda la sociedad. La violencia del lenguaje en México, en Twitter, es atroz lo que la gente se dice, en todos lados es violencia, violencia, violencia.

¿Ya estás en otra historia? ¿También te adentraste en archivos?

Sí, trabajo otra historia, ya dejé los archivos y estoy en la escritura, pero es de muy mala suerte invocarla en cualquiera de sus presentaciones”.



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