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GUADALAJARA. —Al presentar los tres primeros títulos de la Biblioteca histórica. Enrique Krauze (Tusquets), el historiador aseguró que ante los hechos de Ayotzinapa el presidente de México debió actuar de manera inmediata y acudir pronto a Iguala: “Hasta el presidente Bush se presentó en Nueva York el 11 de septiembre de aquel 2001, porque tenía que transmitir un dolor, ya no digamos enjuagar una lágrima. Pero si el gobierno permanece encastillado, frío, remoto, ese es un gobierno que no conecta con la gente y eso es causa de un agravio adicional”, afirmo.

El historiador e intelectual dijo que “México no puede salir de esta terrible situación de violencia e inseguridad instaurando una dictadura, eso es impensable, nadie lo toleraría, ni un dictador personal ni una dictadura perfecta colectiva”.

En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, durante la conferencia de prensa para presentar la Biblioteca histórica. Enrique Krauze, que reunirá nueve de sus libros en formato bolsillo, habló de la situación de violencia que prevalece en el país y de las manifestaciones que han surgido con la exigencia “Todos somos Ayotzinapa”. Aseveró que la salida para el país está en el programa de los liberales constituyentes, de los demócratas, de los republicanos mexicanos.

Aseguró que los liberales tenían el proyecto de un país de leyes e instituciones, donde hubiera división de poderes, donde hubiera jueces independientes y donde los policías no dependieran del poder, sino de una entidad autónoma y que persiguieran el delito de manera independiente y profesional.

“Ese es el México que debemos ir construyendo en el siglo XXI, porque no tenemos otra alternativa: ni la dictadura, ni la anarquía”, afirmó el editor y escritor que hoy presenta esa colección en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Krauze agregó: “No tenemos un camino sencillo: la solución está en construir una democracia federal, republicana, representativa. Esa es la solución”.

Más allá de la indignación. Enrique Krauze afirmó que desde luego México está mejor, pues ahora existe libertad de expresión y redes sociales que son absolutamente libres, libérrimas, y existe una Comisión de Derechos Humanos.

“No, yo no creo que la democracia mexicana, que aún es un edificio en construcción, muy frágil, sea una utopía. Lo que importa es que la gente joven, que es generosa y su indignación está completamente justificada, entienda –y es difícil que entienda- que la indignación por más emocionante y justificada que sea no es suficiente. Hay que construir algo a partir de esa indignación”.

Hizo un llamado porque la gente joven entienda que no basta el movimiento de protesta, que se requiere la propuesta y que es importante tener un programa político sólido y un liderazgo claro.

“Este movimiento que vivimos en México lo vemos justificado, pero no veo ni articulación, ni programa, ni un liderazgo claro. Corre el riesgo de esfumarse”.