"Bellas Artes exige excelencia": Francisco Araiza
Araiza presentará programas diferentes en cada gala . (Foto: ESPERANZA OREA / EL UNIVERSAL )
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El Palacio de Bellas Artes es para el tenor Francisco Araiza, uno de los cantantes más importantes en la historia de la ópera en México, su hogar, la raíz, el principio. Lo conoce muy bien, su historia, sus fortalezas y sus debilidades, por eso ofrecerá una gala en el marco de los 80 años de vida del recinto, el programa, dice, lo retrata de cuerpo entero; además, el aniversario es un buen momento para volver a exigir que sea un teatro que apuesta, siempre, por lo excelso porque no es un escenario para “experimentar”.
Y da un ejemplo, la última producción de La flauta mágica fue un desacierto. En febrero pasado, el director de escena José Antonio Morales decidió situar la historia de la ópera de Mozart en tiempos prehispánicos, tomando elementos de Monte Albán y Chichen Itzá. La dirección concertadora fue de Iván López Reynoso y los papeles principales fueron de Lourdes Ambriz, Ernesto Ramírez, Maribel Salazar y Diego Silva.
“Bellas Artes no está para experimentos, tiene que apostar por lo excelso y si lo mejor está en México, adelante, si no, pues no. Digamos que los tropiezos ocurren en todos los teatros del mundo, sólo que un teatro con el sistema europeo de repertorio que da 270 funciones al año, pues no hay un problema que uno no sea buena, pero si tenemos un teatro con seis, siete u ocho producciones al año y una sucede así, pues es muy significativo. ¿Por qué se decidió que ese personal llevará a cabo esa función?, cuestiona.
Y agrega: “Lo que estoy diciendo es que sí hay talento mexicano, pero tiene que estar a la altura de Bellas Artes, es nuestra máxima casa cultural”.
El tenor sostiene que también debería quedar claro que se trata de un espacio que alberga a todas las artes, no sólo a la ópera. “Tenemos que vivir con eso, pero también podemos entender que en México hay una gran tradición operística, existe un gran público hambriento de ver buenas producciones, un público dispuesto a responderle a una institución que sí esté bien dirigida y bien lograda, que ofrece calidad, pero entonces vale la pena pensar en un teatro de ópera fuera del Palacio de Bellas Artes”.
Gala de ópera
El cantante participará con dos programas diferentes, el domingo 12 de octubre a las 17:00 horas y el jueves 16 a las 20:00.
En ambas fechas estará acompañado por la soprano mexicana María Katzarava, el barítono estadunidense Alex Lawrence y el bajo estadunidense Eric Halfvarson, junto al Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Christopher Franklin.
El domingo 12 se interpretará una selección de las obras Wesendonck Lieder, Lohengrin, El ocaso de los dioses y El holandés errante de Richard Wagner; Pagliacci de Ruggero Leoncavallo, y Otello, Macbeth y Nabucco, de Giuseppe Verdi.
En la segunda fecha cantarán fragmentos de Eugene Onegin de Piotr Ilich Chaikovski, Macbeth de Giuseppe Verdi y Faust de Charles Gounod.
“No cualquier tenor puede cantar Otello, el que tiene la voz para ese personaje lo va a saber en un momento temprano de su carrera, pero ya debe tener los elementos para un repertorio tan demandante. Yo no lo canto, pero el dueto tiene toda la composición wagneriana que sí canto. En cambio, el tenor heróico tiene una gama más amplia de repertorio. Yo he cantando a Wagner desde los años 90 hasta últimas fechas, pero se me quedó deseo privado cantar el Sigfrido joven, una vez lo audicioné pero se tuvo que posponer, pasó el momento y ya no fue para mí” explica.
Añade que óperas como Macbeth, tienen un rol pequeño para tenor pero con una aria con la que puede llevarse la función. “Bien hecha es un número contundente, todos los personajes tienen partes muy lucidoras pero con el tenor hay un milagro de composición”.
Araiza recuerda que el músico mexicano se ha identificado con su carrera, entre otras cosas porque él fue pionero en abordar repertorio alemán. “Le fui a enseñar a cantar a los alemanes, recuerdo una conferencia de prensa con Eduardo Mata y cuando lo fui a saludar dijo: ‘el mejor cantante de Schubert es un mexicano’. Que yo hiciera eso propició que tuviera una carrera rápida, en cinco años ya había cantado en las casas más importantes de Europa”.