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Puebla.— Para uno de los teóricos más influyentes en lengua española sobre el Internet y los medios de comunicación en las relaciones geopolíticas, el español Ignacio Ramonet, en México existe un antes y un después de Ayotzinapa. La condena generalizada a la agresión contra los estudiantes de esta escuela normal de Guerrero, dice, es una reacción de la sociedad mexicana que los medios no pueden ignorar.

De visita en Puebla durante el Segundo Encuentro Internacional de Televisión Pública, el también director de Le Monde Diplomatique comparte su visión sobre el poder de la ciudadanía a través de las plataformas digitales, pero también de los riesgos que corren los usuarios al dejar su autorretrato en el espacio cibernético.

Acerca de la cobertura que los medios han hecho del conflicto social que se vive en Guerrero, resalta el cambio de la relación del gobierno con los medios a lo largo de las cuatro décadas recientes.

“Por una parte, los gobiernos siempre han querido controlar a los medios. Siempre ha sido difícil hacer periodismo libre e independiente en México. Aquí han asesinado a decenas de periodistas. Esto es prueba del valor y coraje de muchos periodistas, pero también es una muestra del control que muchos organismos del Estado o la delincuencia ejercen sobre los medios”.

Durante los minutos que ofrece a EL UNIVERSAL, comparte una evaluación al hecho de la cobertura generalizada que los medios mexicanos —incluso aquellos que priorizan agendas de entretenimiento—, han ofrecido al tema de Ayotzinapa:

“Creo que hay un antes y un después, vemos una sociedad que se despierta después de tanto sufrimiento, violencia, de tanta agresión trata de expresar su ´basta ya´. Esto es indicativo de un hartazgo que los medios no pueden ignorar”.

Nuestro autorretrato digital, a la venta. Ramonet, quien ha escrito una de las biografías más comentadas del subcomandante Marcos y se ha vinculado con algunos movimientos alternativos a la globalización, aprovecha para evaluar el peso de las redes sociales en los movimientos de demandas colectivas, los cuidados que los usuarios deben prestar de sus datos personales y los peligros de entregar nuestra huella digital a los gigantes tecnológicos.

“Cuando usted está en una red social, deja toda una serie de rasgos que en algún lugar se están acumulando. Google, que también es Youtube, sabe todo de usted. Sabe lo que usted usa, lo que usted hace, lo que usted piensa, lo que usted lee, lo que mira. Usted deja un autorretrato que mañana puede ser utilizado comercial o políticamente”.

—¿Cómo ha cambiado la dinámica de los medios y su consumo a partir de las revelaciones de WikiLeaks y las revelaciones de Edward Snowden por los usos de la NSA (National Security Agency, por sus siglas en inglés)?

—Podríamos decir que hoy muchas empresas privadas tienen más control sobre nosotros que el mismo Estado. Sólo los Estados que están vinculados a empresas privadas tienen tanto control como los privados. Si Google se articula con el Departamento de Estado de EU, con la NSA, entonces estamos muy controlados por ambos. Pero aunque no se articule con un Estado, Google nos tiene más vigilados de lo que alguna vez estuvimos.

Estamos acostumbrados a desconfiar del Estado. Pensamos que es más preocupante que el Estado nos vigile a que sea una empresa. Pero, ¿qué pasa si esa empresa se articula al Estado? ¿Qué ocurre si le transfiere su información a la NSA, como sucedió con Snowden? Estamos perdidos.

—¿Cuál es el papel de los ciudadanos para prevenir esos peligros?

—Tomar conciencia de esos peligros y dejar el mínimo de rastro cuando utilicen las redes sociales, desarrollando el uso de la criptografía, que está al alcance de los ciudadanos.

El periodista español ofrecerá este viernes una conferencia magistral en el segundo Encuentro Internacional de Televisión Pública, organizado por Canal 22 en la ciudad de Puebla.