Obras de Goya sobre familia Altamira llegan al Met
Los cuatro retratos que el pintor español Francisco de Goya pintó a la familia del conde de Altamira entre 1786 y 1788 se podrán ver a partir de mañana y hasta el próximo 3 de agosto en el museo Metropolitano de Nueva York.
La muestra reúne los dos cuadros que ya estaban en posesión del Met, el del pequeño Manuel Osorio Manrique de Zuñiga, conocido como "El niño rojo", y el de la condesa de Altamira y su hija, María Agustina, con otras dos pinturas llegadas desde España.
Con la ayuda del Consulado de España en Nueva York, el museo expondrá el retrato del conde de Altamira, Vicente Isabel Ossorio de Moscoso, cedido por el Banco de España, y un retrato de su hijo, Vicente Joaquín de Toledo, que pertenece a una colección privada.
La exposición, titulada "Goya y la familia Altamira", es una muestra de las primeros retratos aristócratas del pintor, que hizo por encargo del conde.
Francisco de Goya fue contratado para realizar una serie de retratos de personas vinculadas al Banco de San Carlos, el precedente del actual Banco de España, del que el conde de Altamira fue uno de sus primeros directores, además de una de las personalidades más acaudaladas de la
España de la época y un importante coleccionista de arte.
Gracias a que el conde quedó muy satisfecho con la primera pintura del icónico artista se encargaron el resto de los retratos de la familia.
En ese primer cuadro del conde, que era conocido por su baja estatura, el pintor lo sentó en un butacón de tapicería amarilla al lado de una mesa.
En la pintura, la mesa, del mismo color que la butaca, le llega a la altura de la axila lo que enfatizaba su pequeño tamaño.
En los sucesivos retratos Goya mostró su pericia técnica en detalles como el vestido de la condesa de Altamira o los animales que acompañan a "El niño rojo", que adelantaron el tratamiento perverso que luego dedicaría al reino animal en "Los caprichos".
Como complemento, la muestra cuenta con un quinto retrato del hijo mediano del conde, Juan María Osorio, pintado por el discípulo de Goya, Augustín Esteve, que ha sido cedido para la ocasión por el museo de Cleveland.
En esta exposición, comisariada por Xavier F. Salomon, también han colaborado la fundación Peter Jay Sharp y la Frick Collection.
rqm