Con discursos de solidaridad y exigencia de esclarecimiento por los estudiantes desaparecidos en Iguala, pero también con la exigencia de la restitución del estado de derecho en el país, arrancó la 28 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Tanto los organizadores de la feria como la Universidad y el gobierno del estado, hicieron público su posicionamiento ante los hechos violentos y fueron respaldados por los asistentes a la ceremonia inaugural que transcurrió sin contratiempos.

En el encuentro -donde el escritor italiano Claudio Magris recibió el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances- no hubo mantas ni palomas, pero sí la exigencia de que esclarezcan los hechos de Ayotzinapa y se juzgue a los culpables. Privó la certeza de que la cultura, las letras y los libros pueden contrarrestar la violencia.

Aun cuando en su discurso Magris no habló de la violencia, sí dijo que "hay una escritura que informa sobre el mundo, que detecta las necesidades y denuncia las injusticias; también la escritura que practica como un ‘buen combate', para usar la expresión de San Pablo, en defensa del ser humano, y hay la escritura que se ejerce con absoluta e irresponsable libertad".

Quien es considerado uno de los más reconocidos intelectuales italianos -luego de hablar de las escrituras "que le dan voz a la tragedia y al horror de la vida"- dijo en conferencia de prensa que el deber moral que tienen los escritores o los pensadores es el mismo que tienen los ciudadanos, pues él es de la idea de que su voto vale lo mismo que el de Norberto Bobbio o el de su mamá.

Durante la inauguración de la fiesta que concluirá el próximo domingo 7 de diciembre y que tiene a Argentina como invitado de honor, Raúl Padilla -presidente de la FIL Guadalajara-manifestó la posición de los organizadores por unirse al sentimiento que comparte el país. "Nos unimos al sufrimiento de los familiares y amigos, nos sumamos a la solicitud urgente a que se restituya el estado de derecho en nuestro país".

sc