Estudios Churubusco, "mal planeados e innecesarios"
"ÚLTIMO SOPLIDITO". La obra se encuentra al 95%, en seis meses ha avanzado sólo 3%. (Foto: ADRIÁN HERNÁNDEZ / EL UNIVERSAL )
ana.pinon@eluniversal.com.mx
En octubre de 2010, la entonces presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, anunció la modernización de los Estudios Churubusco, que comprendería una inversión de 247 millones, de los cuales unos 30 millones se destinarían a “innovación tecnológica”, es decir, a la compra de equipo para estar “a la altura de cualquier empresa internacional”. Este plan formó parte del “Proyecto Cultural del Siglo XXI Mexicano”, lema del Conaculta entre 2009 y 2012.
A un año y cuatro meses de que debió concluir la obra, la anunciada modernización se ha materializado en un nuevo edificio que se encuentra al 95%, según la institución; se le han invertido casi 60 millones más y requiere, al menos, otros 25 millones para concluirse. Es decir, los 217 millones 366 mil pesos presupuestados sólo para la construcción se han disparado a 299 millones 728 mil.
A los 82 millones extras que finalmente costará el nuevo edificio, deberán sumarse los 30 millones de equipamiento, una inversión que ya no estuvo contemplada en el presupuesto de 2013 ni en el de 2014.
Si hoy se decidiera invertir en esa “innovación tecnológica”, ésta tendría que ser financiada con los recursos que generen los Estudios Churubusco.
Carlos García Agraz, director de la institución desde agosto de 2013, opina que esa inversión se “pudo ir a otro lado”, pero “a chivo brincado...” ahora la prioridad es concluirla y aprovecharla para impulsar la industria cinematográfica.
Cumplimiento de caprichos
El proyecto presentado por el despacho Arquitectura 911sc, de Saidee Springall y José Castillo, que también tuvo a su cargo el diseño del Centro Cultural Elena Garro y de la Biblioteca Jaime García Terres, por adjudicación directa, proponía un edificio de cinco niveles, un laboratorio fotoquímico y un laboratorio digital, ampliación del estacionamiento, oficinas —algunas dedicadas a IMCINE—, azotea verde y plantación de árboles.
Los planos originales tuvieron modificaciones: el laboratorio fotoquímico y la ampliación del estacionamiento.
Los Estudios Churubusco, desde su origen a mediados de los años 40, cuentan con un laboratorio fotoquímico que se pensó trasladar al nuevo edificio y reequipar. Esta idea hoy está en suspenso porque sería muy costoso mudarlo y sobre todo porque, ante los avances tecnológicos en la industria cinematográfica, un laboratorio de esa naturaleza ya es obsoleto.
“Los laboratorios deben seguir existiendo, pero ya trabajan a su mínima capacidad y creo que deben servir más para la conservación y preservación del cine mexicano porque ya casi nadie filma en negativos de 35 milímetros ni hace copias en 35. Trasladarlos al nuevo edificio implicaría una inversión muy grande y no valdría la pena. Nuestros asesores de Estados Unidos lo están analizando y si no es posible se mantendrán en donde están y como están”, explica Carlos García Agraz.
La inviabilidad de este traslado y de su reequipamiento fue algo que se supo desde un inicio, aun así se pidió que se proyectara. Iván Cervantes, del despacho Arquitectos 911sc y encargado del proyecto asegura en entrevista: “Sabíamos que la inversión era muy grande, también todo el mundo sabía que la producción del cine actual es distinta a hace 15 años, por eso se planteó hacer el laboratorio digital, ellos lo tenían muy presente”.
¿Se insistió en proyectarlo?, se le pregunta a Iván Cervantes. “Sí, formaba parte del plan maestro de todo el conjunto (...) Nos pidieron ubicación para el nuevo edificio y para poner el nuevo estacionamiento y eso fue lo que hicimos. Cumplimos con una serie de requerimientos espaciales (...) Formaban parte de los proyectos ambiciosos de Consuelo Sáizar”, responde.
Por su parte, el director de los Estudios Churubusco asegura no tener “la más remota idea” de por qué se insistió en trasladar este laboratorio fotoquímico, pero lo que sí sabe es que al ser llevado al nuevo edificio, en su vieja ubicación se colocarían 216 lugares para estacionamiento. De no concretarse el traslado se mantendrían los 210 lugares ya existentes.
Sin embargo, en el nuevo edificio se rentará un piso o piso y medio a IMCINE, que implica la mudanza de 207 empleados que actualmente ocupan oficinas en Avenida de los Insurgentes y en División del Norte, en donde sólo en Insurgentes pagan una renta de 473 mil 480 pesos mensuales.
¿Si no se hace la ampliación del estacionamiento en donde originalmente se proyectó, hay un plan B?, se pregunta al encargado del proyecto. “No”, responde Iván Cervantes.
“A chivo brincado”
Para Carlos García Agraz, la construcción del nuevo edificio es una obra que “pudo no haberse hecho”, pero ya erigida “hay que sacarle provecho”. Ahora, dice, mira hacia adelante. “Servirá para revivir un poco lo que eran los Estudios Churubusco, hacer que la gente de cine regrese. No digo que no esté aquí, pero se ha perdido un poco la liga entre la comunidad y los estudios, el cine se democratizó y ya cualquiera con una computadora puede hacer su peli”, dice.
¿Se requería o no un nuevo edificio?, se le cuestiona. “Si me preguntan a mí, a lo mejor ese dinero se pudo poner en otro lado, pero ya a ‘chivo brincado...’ eso ya es un falso problema, ahí está el edificio. ¿Cómo le vamos a hacer para que nos dé provecho a toda la comunidad?”, se pregunta.
Ahora, la urgencia es terminar. “Cuando llegué me dijeron que ya estaba, que nada más faltaba un soplidito y que se pensaba acabar entre septiembre y octubre de 2013 y yo nada más llegaba a inaugurar. Se va Manuel Gameros (anterior director), pero se queda el administrador y no moví a nadie de su equipo para que lo acabaran. Llegamos a diciembre y seguía viendo esto y pensé que ya era momento de que se retiraran para que llegara alguien con nuevos ojos y nuevas ideas para saber de dónde y cómo vamos a terminar la obra. En eso estamos, en un diagnóstico a fondo, pero en principio digo que no acabamos en marzo y que todavía nos faltan unos 25 millones para que se terminen”.
Y agrega: “Es como si una película que se presupuesta a seis semanas se va a 14, pues piensas que alguien no hizo bien su chamba. No puede ser que te equivoques por la mitad. En una película si te retrasas una semana porque el actor se enfermó, pues es un horror y al presupuesto le pega terrible, pero pasarte un año y pico en una obra es porque alguien no planeó bien o no sé qué se hizo”.
El despacho, por su parte, asegura no tener conocimiento de por qué la obra se ha atrasado 16 meses y podría concluirse en cuatro meses.
“No lo tenemos claro. Para los metros cuadrados de construcción (9 mil 500) y el tipo de edificio, pues dábamos un tiempo estimado de ejecución, pero no sabemos por qué, todo lo entregamos en su momento, de lo demás no tenemos el control”, afirma Cervantes.
En cuanto a los 30 millones para equipamiento, García Agraz asegura que no están contemplados pero tendrán que invertirse de cualquier modo.
“Hay que ir poniéndonos al día porque el destino nos alcanzó, el cine realmente va muy rápido y las nuevas tecnologías también, ahí es donde debemos reforzar la marcha. De todo el equipo que se dijo que se iba a comprar, pues no, no se ha comprado, está en la cartera de lo que se tiene que conseguir. Ese dinero se fue a la edificación”, lamenta.
Los Estudios Churubusco cuentan con 10 foros y en el plan original no se contempló realizar más. Sin embargo, en agosto de 2013, aún con Gameros como director, se contrató a Fernando Treviño por 300 mil pesos para que realizara un “estudio de costo-beneficio para la edificación de dos foros y una bodega en los Estudios Churubusco”.
De los resultados no se tiene conocimiento, pero tampoco están contemplados por García Agraz.
Lo que sí se analiza ahora es crear una “especie de museo” en una de las áreas del edificio en el que además se podría poner a la venta memorabilia, crear una cafetería o dos y tener un “bonito” restaurante, así como tres salas de proyección.
Aun con esos asuntos por definir, se insiste en que los Estudios están al 95% de su construcción y que falta poco.
El compromiso de Rafael Tovar y de Teresa, presidente de Conaculta, es entregar en el primer semestre de 2014. García Agraz confía en que así será.