Acompañado sólo por su viuda, Beatriz Espejo, su hijo Emmanuel Carballo Villaseñor y un par de personas más, el escritor y crítico literario mexicano Emmanuel Carballo es velado hoy en la capilla Provence del Panteón Francés, de esta capital.

Sin ningún arreglo floral, coronas o veladoras se observa el ataúd en color plata que contiene los restos del literato mexicano, fallecido la tarde de ayer en su domicilio de esta capital, víctima de un infarto al miocardio.

Devastada, Beatriz Espejo, viuda de Carballo, recordó a su esposo como un ser excepcional, un hombre muy dotado, que adoraba la literatura y que poseía el don para descubrir el talento ajeno.

Tras señalar que estuvieron juntos por más de 40 años de feliz matrimonio, Espejo ponderó la labor de su marido, quien fomentó varias generaciones de escritores.

Asimismo, dio a conocer que el crítico literario, considerado uno de los máximos exponentes del género durante el siglo XX, dejó pendientes varios libros, entre ellos: "El periodismo en el siglo XIX" , un material de tres tomos, del cual, dijo, "se encuentra extraviado" , además de sus memorias.

"Llegamos de Valle de Bravo, pasamos la Semana Santa ahí, ayer nos regresamos y ya en casa me dijo, yo bajo la perrita, tú espérame en el coche. Lo esperé en el auto, transcurrió media hora y cuando entré a la casa estaba muerto en el garaje" , relató Espejo sobre lo ocurrido ayer.

Inteligente, generoso, buscador de talentos y enojón, así calificó Espejo a su esposo, quien a lo largo de este día, será velado en este panteón situado al Poniente de la ciudad.

El cuerpo de Emmanuel Carballo será cremado mañana martes en punto de las 10:45 horas y sus cenizas descansarán en la tumba de sus padres, en Guadalajara, Jalisco.