aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




INAH conmemora al autor de El Principito

Agencia EL UNIVERSAL| El Universal
18:20MÉXICO | Martes 29 de julio de 2014
La versin hahu de

TRADUCCIÓN. La versión hñahñu de "El Principito" titulada "Ra zi ts'unt'u dänganda". (Foto: Cortesía INAH )

La dependencia presentó la versión en otomí de la obra de Antoine de Saint-Exupéry, de quien se conmemora el 70 aniversario luctuoso

El INAH presenta traducción al otomí de "El Principito", la obra francesa más traducida de todos los tiempos, para conmemorar 70 años de la muerte de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), además de acercar este tipo de literatura en su lengua materna a los otomíes de Valle del Mezquital, Hidalgo.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) así lo informa en un comunicado, donde además señala que la versión hñahñu de "El Principito" titulada "Ra zi ts'unt'u dänganda", es de acuerdo al profesor y traductor Raymundo Isidro Alavez, la que encontró para describir a este inocente e inmortal personaje infantil y cuya obra ha sido transcrita en más de 250 lenguas.

Erasto Antúnez Reyes, investigador de la Dirección de Lingüística del Instituto, destacó el mérito de esta versión en hñahñu, una lengua de sumo prestigio desde la época prehispánica y que se habló en importantes urbes mesoamericanas como Tula.

Entre los valores simbólicos, vasos comunicantes y universales que pueden unir a este libro, escrito originalmente en francés hace poco más de siete décadas, con los lectores otomíes del Valle del Mezquital de hoy, están "la presencia de la flor que representa la vanidad de la mujer, el zorro que es la imagen de la amistad y la serpiente como recuerdo del peligro que los humanos corremos al vivir", refirió el también profesor de la ENAH Antúnez Reyes.

Tras llevar al otomí una de las obras cumbres de la lengua española, "El llano en llamas" de Juan Rulfo, el maestro Raymundo Isidro Alavez quiso también compartir, con sus hermanos de lengua, la sabiduría que Antoine de Saint-Exupéry dejó a manera de metáforas en esta publicación que apenas tiene medio centenar de páginas.

Para hacerla no sólo se adentró en la comprensión del francés, sino de otros libros escritos por Saint-Exupéry como "El aviador", "Vuelo nocturno", "Tierra de hombres" y "Piloto de guerra", así como algunos publicados de manera póstuma, entre ellos, "Carta a un rehén" y "Ciudadela", todos ellos reflejo de un hombre que nació con el siglo (29 de junio de 1900), amante de la libertad y que supo cultivar uno de los bienes más preciados: la amistad.

Alavez refirió que Antoine de Saint-Exupéry dedicó "El Principito" a Leon Werth, su mejor amigo, o como él mismo corrigió "A Leon Werth cuando era niño", razón por la cual la obra es una invitación a recordar las virtudes de la infancia.

Entre estas destaca la generosidad. El pequeño príncipe valora la labor del farolero que da luz a todos por igual, además un niño solo se divierte, vive su fantasía, es creativo y fuera de su planeta encuentra personajes que le dan lecciones de naturaleza humana, entre estos la del zorro que pide ser domesticado y querido por él.

De acuerdo con Isidro Alavez -especialista en psicología educativa e historia de México-, el zorro y la rosa, que son elementales dentro de la narración, también son figuras que tienen un simbolismo muy especial en la cultura hñahñu, de ahí que su lectura resultará muy cercana para los niños y adultos otomíes que lo tomen entre sus manos.

"Ra zi ts'unt'u dänganda", editado por el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, y el Liceo Franco Mexicano, es una obra más que Isidro Alavez acerca a los otomíes.

 

rqm



Ver más @Univ_Cultura
comentarios
0