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El Festival Internacional Cervantino (FIC) apuesta en su 42 edición por apoyar, como nunca en su historia, nueve proyectos artísticos de distintas disciplinas: ópera, teatro, música y danza, algunas de estas producciones sirven, además, para festeja el 450 aniversario de William Shakespeare.

Entre las obras más esperadas se encuentra el estreno de la ópera Viaje, de la escritora Cristina Rivera Garza y el compositor Javier Torres Maldonado, que forma parte del proyecto OM21, dedicado a propiciar la creación de nuevas óperas mexicanas. En Viaje se narra la historia del recorrido por carretera desde Ciudad Juárez hasta El Ocotal, Chiapas, por parte del agente comercial de un fabricante de neumáticos estadounidense y de una fotógrafa polaca, alusiones veladas al escritor Juan Rulfo y Bernice Kolko, una supuesta amiga suya.

La Sodomía en la Nueva España es una puesta inspirada en el poema de Luis Felipe Fabre, basado en los procesos judiciales contra 14 hombres acusados de sodomía en 1657, que fueron condenados a muerte y quemados; el proyecto musical Mediterráneo sin muros y la obra Rua do Lavradio, con Tumáka't Danza Contemporánea, son algunas de las piezas que podrán apreciarse en el FIC que inicia el 8 de octubre y concluye el 26 de octubre.

Así como el Proyecto Ruelas, una iniciativa que consiste en el establecimiento de cuatro compañías de teatro no profesional en León, Salamanca y San José de Iturbide, y en un "barrio modelo" de la capital guanajuatense.

Celebran a un joven vigente y vital

Entre las puestas en escena que se estrenarán en el FIC con motivo de los 450 años del dramaturgo inglés está Anamnesis, de Jaime Chabaud, bajo la dirección de Richard Viqueira, uno de los teatristas más representativos de la escena mexicana actual.

"Desde que murió Shakespeare se han hecho adaptaciones, versiones cortas o alargadas y obras originales, porque la mayoría de sus obras son monumentos artísticos extraordinarios que poseen una enorme porosidad supurante. También es muy fácil que te provoque escribir sobre situaciones que no preexisten en el universo shakesperiano, pero son perfectamente posibles", explica el dramaturgo.

Chabaud, que ya se había acercado al autor en la obra Otelo sobre la mesa, ahora decidió, casi por instinto, abordarlo a partir de El rey Lear.

"Mi infancia estuvo signada por la enfermedad de mi padre, arteriosclerosis que fue evolucionando y que derivó en problemas de memoria. Mi padre era un roble, pero su memoria era prácticamente de cristal", cuenta.

Así, Chabaud aborda a un viejo Lear que ha entregado todo a sus hijas, pero que ha sido prácticamente traicionado porque no se dio cuenta dónde estaban las verdaderas lealtades.

"Me interesaba también la sanidad mental, no sólo en términos de memoria, sino en el sentido de lo que significa ser sanos mentales. Los seres humanos somos una reconstrucción de lo que hemos hecho y no poderlo recordar es del carajo, es como anularse, perderse.

Anamnesis significa luchar por recuperar la memoria. Así me encuentro con Lear, porque además la salud es algo que me preocupa, yo mismo estuve delicado y me hice un montón de preguntas, sé que ya no soy el chamaquito que creía que como nada le pasaría, podía hacer de todo", explica.

Además se estrenarán Sonetos de Shakespeare, que consiste en el estreno de ocho obras musicales de compositores mexicanos inspiradas en sonetos del escritor; la obra Me enamoré en Troya, de Ximena Escalante, bajo la dirección de Martín Acosta; y Filemón y Baucis, con Baúl Teatro, el Estudio Ópera de Bellas Artes y la Orquesta de Cámara de Bellas Artes.