Amnistía Internacional (AI) escenificó hoy una "danza de protesta" en el centro de Moscú con una bailarina esposada para simbolizar las represiones de los derechos humanos en Rusia, pese al gélido frío de más de veinte grados bajo cero que azota estos días la capital rusa.

La joven, vestida de tutú, bailó de puntillas y con poca ropa para el frío que hacía en el histórico parque "Yáuzskiye Vorota" al ritmo de El lago de los cisnes de Tchaikovsky.

Lo hizo frente a un cartel con una cita del presidente ruso, Vladímir Putin, que rezaba: "Uno de los principios en la cooperación entre el Estado y la sociedad debe ser el apoyo al movimiento de los derechos humanos".

Al espectáculo, puesto en la escena de la calle de cara a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, le siguió la entrega de una petición de AI dirigida al líder ruso y firmada por casi 400 mil personas por todo el mundo en la que la ONG le pide abolir las restrictivas leyes "que coartan las libertades en Rusia".

"Esta petición denuncia que los derechos humanos en Rusia son gravemente violados, y llamamos a las autoridades y al garante de la Constitución rusa a hacer todo lo que esté en sus manos para que las leyes aprobadas en nuestro país a lo largo del último año y medio sean abolidas", dijo Serguéi Nikitin, jefe de la oficina rusa de AI.

Agregó que para ese objetivo han llegado a Moscú los directores de siete oficinas europeas de esta organización de defensa de los derechos humanos.

La ONG también criticó las nuevas leyes que "violan los derechos de los homosexuales", al denunciar que "la legislación discriminatoria promulgada últimamente ha fomentado la homofobia e impulsado una oleada de violencia a manos de grupos parapoliciales en todo el país".

Desde el retorno de Putin a la presidencia en 2012, las autoridades rusas han implementado una serie de leyes que los defensores de los derechos catalogan de "restrictivas para las libertades de reunión y expresión".

La víspera, AI escenificó el mismo espectáculo ante la embajada rusa en Londres para pedir a Putin que "acabe con la represión de los derechos humanos y de la libertad de expresión en Rusia", e hizo hincapié asimismo en la persecución de los homosexuales que, dijo, está promoviendo el Gobierno ruso.

Precisamente por ello la ONG escogió El lago de los cisnes, una de las obras más famosas de Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893), uno de los compositores rusos más importantes y que "era gay", según la organización humanitaria.

sc