Claudio Magris, orgulloso del Premio FIL de Literatura
Postura. No desprecia el mundo digital pero tampoco se ha acercado a él. (Foto: Archivo/EL UNIVERSAL )
Claudio Magris está feliz y orgulloso de unirse a la lista de galardonados con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, al estar al lado de Juan García Ponce, Fernando del Paso y Antonio Lobo Antunez; está tan vital como cuando era joven, ahora escribe una novela que transcurre en Trieste, Italia, su tierra, y la aborda desde la voz de un neonato que habla desde el vientre de su madre y en medio de un campo de concentración nazi.
El narrador y ensayista que fue anunciado hoy como el ganador del máximo galardón que otorga México en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en enlace telefónico desde su casa de Trieste, donde nació en 1939, asegura que está al tanto del mundo y de las nuevas tecnologías, pero sigue siendo un escritor que escribe a mano "porque es la forma de escuchar la música de la escritura".
Claudio Magris, autor de "Danubio" considerada su más grande obra y una obra maestra, aseguró que no desprecia el mundo digital pero tampoco se he acercado a él porque sigue apreciando su modo escribir a mano.
"Lo que sí creo es que hay un enorme peligro de que nos perdamos entre demasiada información que circula en la red. Aprecio el mundo digital por más que no lo conozca porque presenta una gran oportunidad de contar una nueva épica".
En la charla luego de que lo definiera el jurado del premio como escritor que "encarna la mejor tradición humanista en la que se concilia su propia experiencia personal con la memoria colectiva de la historia y de las culturas que conforman el espacio de la Europa central como lugar de diálogo entre las culturas del Mediterráneo y las culturas del Danubio", dijo que el escritor tiene el mismo compromiso político como cualquier ser humano.
Aseguró que debe estar comprometido con la lucha contra la pobreza y a favor de la paz, pero sin que se instale como un maestro; también dijo que hoy en día las fronteras no son geográficas si no fronteras sociales.
"Fronteras con los individuos inmigrantes de los que no sabemos nada, que tienen una vida diferente de la nuestra, también debemos enfrentar las fronteras entre la vida y la muerte, el bien y el mal. Pienso la frontera como un umbral, como una puerta por la que se atraviesa", afirmó y se despidió gustoso de regresar a México y a la FIL el próximo 29 de noviembre para recibir el galardón que está dotado de 150 mil dólares.
cvtp